Redacción
Periodistas y representantes de medios de comunicación provenientes de distintas partes de Sinaloa se dieron cita en la capital sinaloense, Culiacán, en la emblemática plazuela Obregón, para manifestarse y condenar el asesinato de Luis Enrique Ramírez Ramos, cuya carrera periodística fue apagada por la crueldad de la violencia delincuencial que sigue impune en todo México.
Con una trayectoria emblemática a nivel local y nacional, Ramírez Ramos fue victima del malestar que aqueja a todos los mexicanos: la violencia producto de la delincuencia y los malos gobiernos, pero ante todo fue otro más cuya pluma ha sido cesada por criticar aquello que mantiene dicha barbarie criminal, convirtiéndose en el noveno periodista asesinado en lo que va del año 2022.
Ante este critico suceso, la sociedad sinaloense y todos los sectores que la constituyen han reclamado al Estado la garantía de que se aplique la justicia a los implicados en tan atroz acontecimiento, que no quede en puras palabras vacías a las cuales los representantes políticos se han acostumbrado a declarar mediáticamente cada vez que un vocero del sentir ciudadano a través de sus letras ha sido asesinado.
Sigue la violencia imparable azotando y devorando a aquellos quienes a través de la prosa buscan detonar un cambio cultural y social, en un país sin gobierno donde la criminalidad vive bajo la impunidad de las administraciones que son indiferentes al reclamo ciudadano, demostrando la incapacidad de la política para garantizar el respeto de los derechos humanos y ciudadanos, pero sobre todo la libertad de expresión que es la mejor arma de justicia social con la que se pueda contar para hacer respetar las libertades.
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