- Juan de Dios Gámez Mendívil es el nuevo alcalde del que se espera que trace un rumbo de progreso y bienestar para los culiacanenses
Redacción
Luego de semanas de escándalos, calumnias e incertidumbre, el municipio de Culiacán, capital del Estado de Sinaloa, por fin cuenta con un nuevo alcalde al frente del Ayuntamiento tras una polémica, extraordinaria y secreta sesión de diputados locales en la que Jesús Estrada Ferreiro fue desaforado de manera unánime y, tan solo unas horas después se nombró oficialmente a Juan de Dios Gámez Mendívil.
Así llegó a la cuna sinaloense sangre nueva y una visión joven para oxigenar al municipio y que podría cimentar las bases de una gestión diferente a la que se vivió en los últimos 3 años y medio en que MORENA gobernó, por lo que el trabajo del ahora ex delegado de programas federales del gobierno de México debe estar enfocado en hacer un reordenamiento en la turbulenta administración municipal que dejó Estrada Ferreiro, haciendo una sacudida de mantel con el personal dentro de la comuna y, sobre todo, la reconciliación del pueblo con su gobierno y la reestructuración de un tejido social severamente dañado.
Prioritariamente la atención a los sectores afectados por la polémica con el anterior alcalde, cuyas demandas acumuladas fueron los pilares para que esta sustitución fuera llevada a la realidad, resanar sus problemáticas y la atención constante son objetivos indiscutibles para poder dar el paso a la atención general del municipio en todas sus facetas y sectores abandonados.
Gámez Mendívil es egresado de la Universidad Autónoma de Sinaloa como licenciado en arquitectura, pero cuenta con un extenso currículum dentro de la actividad gubernamental, pues desde el año 2006 ha encabezado puestos de relevancia en distintas administraciones, desde ser asistente en la Coordinación General de Asesores y Políticas Públicas, Subsecretaría de Desarrollo Urbano Técnico en la Conformación de Planes y Programas del Gobierno del Estado, Dirección de Prestaciones Económicas, Sociales y Culturales en dónde se desempeñó como jefe de Departamento Técnico Normativo de las Estancias para el Bienestar y Desarrollo Infantil.
Asimismo, también fue asesor de Rubén Rocha Moya y, por fin tendrá un personaje aliado para poder llevar a cabo sin inconvenientes de índole personal los proyectos transformadores en el bastión principal de la política sinaloense.
Teniendo sintonía con el gobierno estatal y federal, sobre todo, contando con la aprobación de Rocha Moya para trabajar lo antes posible, queda la puerta abierta a futuro para que Culiacán reciba el impulso social, económico y de infraestructura que ha perdido durante las últimas administraciones y esté a la altura para recuperar el status de una capital importante en la región noroeste del pacífico mexicano.
Por ahora, el no ser una carta quemada por el fogueo de políticas añejas y perversas, sumado al hecho de su juventud y de ser una mente contemporánea a la realidad social, lo llevaron a ser el indicado para asumir las riendas de la administración municipal culiacanense.
Por lo pronto, los culiacanenses dan el recibimiento al nuevo edil en un ambiente donde comienza a brotar cierto sentimiento de esperanza y, desde luego, con una vuelta de página en la que se busca que la nueva administración municipal haga parte de su quehacer público el reclamo ciudadano para el trabajo en conjunto, Juan de Dios Gámez Mendívil tiene sobre sí una gran responsabilidad de la que se espera esté a la altura, pues ahora los culichis han puesto una mirada muy aguda sobre los políticos hoy más que nunca y les urge que el arquitecto trace un rumbo de progreso y bienestar.
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