* Entrega los intereses de los campesinos del sector social ejidal
Xicoténcatl Barajas
Emulando a Judas, el traidor que entregó a Jesucristo para su crucifixión, así el falso líder de los campesinos cenecistas sinaloenses, Miguel Ángel López Miranda, sin ningún remordimiento -porque no sabe lo que es sudar en los surcos de las parcelas, pues no es ejidatario , ya que ni tierra en las uñas tiene- entrega para su “matadero” a los hombres del campo qué como “gato boca arriba” tratan de sobrevivir ante la agónica situación por la que atraviesa la otrora Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de Sinaloa.
Sanguijuela de toda la vida del ex dirigente campesino Pablo Moreno Cota, quien lo colocara como burócrata con muy buenos sueldos en gobiernos estatales que emanaron del PRI, así como en ayuntamientos que fueron cuotas políticas del cenecismo hasta llegar a rapiñar lo poco que le queda a los compas del sector social ejidal con el aval del conocido Indio del Opochi y del ex gobernador Jesús Aguilar Padilla, a quien le rinden pleitesía, López Miranda negocia y copta de tajo las aspiraciones de quienes buscan la representación de las 9 Juntas Locales de Sanidad Vegetal que están en proceso de renovación.
Alardeando de la cercanía que el ex gobernador Aguilar Padilla tiene con Pablo Moreno Cota – su jefe político- y de la buena relación amistosa que el actual gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya mantiene con el político cosalteco, el falso redentor de los campesinos tiene la osadía de operar el desistimiento de quienes de manera legítima buscan la presidencia de alguna de las Juntas Locales de Sanidad Vegetal.
Así lo hizo en la del sur de Sinaloa, la que tiene área de influencia en los municipios de Mazatlán, Concordia, El Rosario y Escuinapa, donde a toda costa doblegó a Roy Padilla, a Porfirio Salas y a Carlos Rubio, a quienes les mandó “el calambre” de que eran órdenes del gobernador que integraran planilla de unidad, surgiendo como Presidente el profesor universitario y ex diputado por el PRD, Gabriel Arroyo Rentería, amigo del líder de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, el morenista Feliciano Castro Melendrez.
El ladino y tartamudo de origen mochitense está haciendo lo mismo en las demás JLSV, en las que el sector social ejidal tiene buenos candidatos, a los que está bajando de la contienda recurriendo a las viejas mañas que aprendió como mapache del PRI al lado de los sempiternos y venales líderes que pretenden adjudicarse también las instalaciones del edificio que construyó Francisco Alarcón Fregoso, justamente en el que se albergan las oficinas de la LCA.
Así, con ese tipo de dirigentes vendidos y acomodadizos, los días de vida de la Confederación Nacional Campesina en la tierra de los once ríos están contados, al menos que los reales cenecistas, los que siembran, a los que les duelen las indiferencias de los gobiernos, se levanten del letargo y defiendan su patrimonio, ese que forjaron a través de luchas campesinas, por las que se derramó sangre, sudor y lágrimas.