Alberto Cabanillas
- La comodidad “mata” la costumbre, en estos tiempos donde la accesibilidad tecnológica va tomando cada vez más relevancia para la existencia humana.
La comodidad “mata” la costumbre, en estos tiempos donde la accesibilidad tecnológica va tomando cada vez más relevancia para la existencia humana.
La amplia oferta de entretenimiento e información que existe hoy en día al alcance de cualquier persona, es un arma de doble filo, ya que, navegar en ese mar de información resulta aún más grande que nadar en un verdadero océano sin la completa certeza de saber si esas aguas son frías o templadas.
En la actualidad, hay diferentes plataformas y formatos muy accesibles para encontrar información de acuerdo a nuestro interés, por medio de videos, imágenes, pódcast (audio), blogs y más, ya sea para satisfacer nuestra curiosidad sobre algún tema o, simplemente, para “matar” un rato de ocio y aburrimiento.
Lamentablemente, tener todo esto al alcance hace que nuestra atención se fragmente y se desvíe de su enfoque inicial direccionándose hacia otros elementos, descentralizando cualquier objetivo que se haya establecido, dando como resultado una falta completa de concentración y atención gracias al flujo de información basura y fugaz que constantemente entra al cerebro y muy pocas veces sale.
Esta situación se ha vuelto tan ordinaria que ha consolidado un estilo de vida habitual sobre las redes sociales, alimentándose de este “océano de información” y siendo reforzada de manera inmediata al ser una actividad que no requiere esfuerzo de ningún tipo, satisfaciendo así la fantasía, morbo o inquietud sobre algún tema en específico, volviendo costumbre el ausentarse de la realidad para disponerse a navegar dentro de ese universo de información que se convierte también en desinformación al no ser ni útil ni real.
Por fortuna, aun se pueden consultar diversas fuentes de información, ya sea para informarse objetivamente o solo satisfacer alguna curiosidad cuando existe algún acontecimiento de interés.
Este tipo de fuentes confiables y formales que cumplen con la normatividad en materia de medios de comunicación, así como con certificaciones de licitud de título y contenido como lo son periódicos, revistas o medios electrónicos concesionados por el Estado mexicano, son sometidas periódicamente a distintos procesos de validación y regulación para confirmar que el flujo de información que están manejando sea lícito, de forma objetiva y sin intenciones de convulsionar la paz social.
Estos medios formales hacen la diferencia generando una alternativa viable y precisa a la que se puede acudir de manera confiable, y de esa forma se puede mantener un contacto realista con el mundo de la información digital.
Equiparando esta acción con un buen hábito de lectura como se acostumbraba antes de la era digital, el cual está perdiendo fuerza, casi siendo sustituido por otras actividades dentro de la web, convirtiéndose en un arma de doble filo en cuanto a productividad se refiere, ya que, estar diariamente sometidos a innumerables distracciones virtuales en la red no hacen más que entorpecer los vagos intentos de concentración de la memoria en algún tema , alejándose cada vez más de las lecturas en formato físico y acercándose a nuevos hábitos orientados al entretenimiento digital sin sustancia que son muy superficiales como será en el futuro las generaciones de humanos.
