A.B.Z.
¡Y se fue el 2022!, dejando alborotada la gallera política que habrá de seguir cacareando en el gallinero el 2023 por las aspiraciones de quienes pretenden suceder al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien por cierto, recibió todo el respaldo del pueblo en la marcha que llevó a cabo el pasado 27 de noviembre, concluyendo con un mensaje e informe por sus cuatro años de gobierno en una atiborrada plancha del zócalo del Palacio Nacional, lo que sin duda demostró que los “amlovers” empujarán a la candidata o candidato que MORENA decida aventar al redondel. Los tiempos se acortan y será precisamente en el nuevo año cuando todos los partidos definan quienes los van a representar en las boletas para competir en la urnas. Por los rumbos del partido guinda ya todos conocen a sus “corcholatas”, mismas que están destapadas y alineadas con el jefe de la nación, pero, también está muy claro que el hijo desobediente de la cuarta transformación es el senador Ricardo Monrreal Ávila, quien ha venido señalando que dentro de las filas del morenismo la democracia no existe, por lo que pide que ésta se ponga en práctica y lo dejen participar. En el PRI la división es real, tan solo aquí en Sinaloa los grupos del tricolor se pelean, no por las bases, pues estas ya no existen, sino, por el doble presupuesto que reciben de los órganos electorales. Y en el PAN, la crítica hacia el sistema emanado de MORENA es la única arma que utilizan para cuando menos mantenerse en la pelea porque no tienen estrategia y además están muy débiles sus filas. Mientras tanto, Movimiento Ciudadano, propiedad del exgobernador priísta de Veracruz, Dante Delgado Renauro, azuzado por Manlio Fabio Beltrones Rivera, quien mueve sus hilos trasbambalinas, intenta hacer creer que su corriente política es la opción que tiene México para sacar a “los chairos” de la Presidencia de la República. Y por otro lado, el sol azteca (PRD) se apaga y sus brazas no alcanzarán para encender una llamarada que revolucione a la sociedad, por lo que, es muy posible que su participación sea la última en el 2024. Por lo que respecta al PT, este instituto político actúa como una rémora convenenciera que se alinea a donde más le convenga, por lo que no es garantía de triunfo pero se cotiza al mejor postor, algo muy similar al Partido Verde Ecologista de México que recoge la “chatarra” política del priísmo en toda la nación…Y nos despedimos con decir que: ¡La Libertad de Expresión es Nuestra Mejor Arma de Justicia Social!
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