Xicoténcatl Barajas
El atentado a balazos contra el famoso periodista y presentador de noticias mexicano, Ciro Gómez Leyva, se coronó como la amarga cereza en el pastel de la violencia, impunidad y el terror que ha representado la realización del ejercicio del periodismo en México a lo largo de todo este 2022 que ya se está despidiendo.
Un año que también se consagró como uno de los más violentos en lo que va del sexenio encabezado por Andrés Manuel López Obrador, pues, de acuerdo a las estadísticas el año estaría cerrado con más de 44 mil 357 homicidios dolosos.
Criticado por su nula estrategia de seguridad y discursos mediáticos que terminan desapareciendo en el aire, el gobierno federal de López Obrador lleva sobre su espalda la muerte de casi una veintena de periodistas, cuya voz apagada por las balas solo han reflejado el catastrófico panorama que se vive día a día en el país.
Por todo lo largo y ancho del territorio mexicano la corrupción y la violencia son imparables, y aquellos que se han atrevido a exponer y buscar hacer conciencia en la población sobre esta macabra realidad han terminado pagando con su vida, ya sea por parte del crimen organizado o el mismo Estado, como lo especula el gremio y la vox populi.
La defensa de la libertad de expresión se ha tornado una responsabilidad sumamente difícil que muy pocos buscan asumir de manera honorable, pues, con todos los factores en contra, es una sentencia de muerte hacer frente a la descomposición sistemática que se incita incluso desde el edificio del poder más importante de la nación, es decir: el Palacio Nacional, donde día con día, el presidente ha descalificado la labor del periodismo.
Mensajes que hacen eco en millones de mexicanos y que legitima la impunidad, pues, cualquiera se ha sentido con derecho a descalificar el trabajo periodístico, y en los casos más graves el quitar la vida y arrebatarles el futuro a muchos reporteros, articulistas, y todos aquellos que conforman un equipo editorial.
Si bien se dio un paso importante con la iniciativa gubernamental de proporcionar seguridad social y amortiguar la precariedad que se vive en el ejercicio independiente de tan noble labor (Periodistas por Cuenta Propia) las acciones de la federación deben ser contundentes también para contrarrestar la barbarie que se ha cometido y brindar certeza en cuanto a seguridad corresponde, pues la muerte de diecisiete periodistas sin duda hace sonar las alarmas de manera estruendosa y es inconcebible que estas no sean escuchadas por las autoridades.
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