Alberto Cabanillas
Siempre existe esa sensación nostálgica, la cual evoca a saborear con dulzura y amargura, esos recuerdos que sin duda trazan la ruta personal de lo que ahora se es y denotan el respeto que se le tiene a la generación por haber sido parte de una formación personal. Es por esa razón que se abraza con demasiada fuerza a todo lo que formó parte de ese desarrollo personal, y se tiende a rechazar o desencadenar una resistencia hacia los diferentes cambios generacionales, ya sea por no querer adaptarse a las nuevas tecnologías e ideologías o, por no comprenderlas del todo.
Lo cierto es, que esa sensación se traduce en una polarización subjetiva hacia el presente como negativo, y al pasado como positivo. Es decir; “Que los tiempos pasados eran mejores”. Esto se debe a que la memoria humana tiene afinidad para recordar sensaciones de manera inmediata a través de diferentes estímulos y asociar las sensaciones con emociones antes experimentadas, pero no tiene tanta afinidad para recordar los diferentes eventos vividos en un panorama completo de forma objetiva, es decir; “no traer el pastel entero a la mesa”.
Resulta reconfortante recordar épocas que con toda probabilidad no fueron tan maravillosas como creemos recordarlas, es posible incluso gastar dinero en alguna colección de artículos que ilustraron esa generación en particular, a la cual se le tiene tanto aprecio y que traen un trozo de ese pasado de vida idealizado.
Se tiene una tendencia a olvidar con más facilidad lo negativo, quedándose con los recuerdos más positivos de una generación en particular, dando como resultado esa sensación nostálgica que tiende a rechazar lo nuevo.
La resistencia a lo nuevo es parte del cambio generacional actual, ya que, siempre se presenta equiparando las herramientas que antes se utilizaban a las que hoy en día se usan. La música que antes se escuchaba con la que ahora se escucha y los valores que antes se defendían con los que ahora se defienden, entre otras comparaciones.
Lo verdaderamente cierto, es que cualquier cambio trae cosas positivas y cosas negativas y que el mundo va tomando una dirección cada vez más accesible al área tecnológica, la cual al mismo tiempo da como resultado un estilo de vida más acelerado por el hecho de procesar cada vez más información proveniente de diferentes canales de acceso.
Por lo cual valdría la pena mantenerse a la vanguardia de todos estos cambios habidos y por haber y así rescatar la mejor parte de lo que nos brinda cada una de estas nuevas generaciones para seguir en una formación continua como personas, aprendiendo a vivir en presente y aprovechar todo lo que objetivamente este pueda brindar.
Reserva de Derechos al Uso Exclusivo INDAUTOR de la Secretaría de Cultura
Difusiones periódicas vía red de cómputo
04-2021-020500431127-203
