Redacción
Con el año 2024 a la vuelta de la esquina y la sucesión presidencial en disputa por las distintas facciones políticas dentro y fuera del histórico Movimiento de Regeneración Nacional, que desde 2018 es la hegemonía en el poder de la nación, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador convocó a la ciudadanía a una marcha para conmemorar el 85 aniversario de la expropiación petrolera y demostrar el musculo político con el que cuenta aún.
La mancha humana vestida con el color guinda que caracteriza a MORENA no se hizo esperar y la plancha del zócalo de la ciudad de México tuvo un lleno total que mediáticamente caló a todos los opositores del actual gobierno, pues, las esperanzas de que la población abandone el proyecto de transformación del tabasqueño parecen imposibles y por el contrario reafirman su apoyo.
El espíritu del legendario general Lázaro Cárdenas del Río también se manifestó, aquel político que redefinió el rumbo de la nación mexicana de manera social, económica, cultural y gubernamental, pues, también fue un acto para marcar la línea de la soberanía nacional con la actual tensión bilateral que se vive junto al país vecino; Estados Unidos, tal y como lo hiciera en su tiempo el michoacano con la puesta en marcha de la expropiación petrolera.
Esta es evidente debido a los intereses comerciales de dicho país, que en muchas ocasiones ha buscado dejar en segundo plano al territorio mexicano, además de la crisis emanada de las actividades del crimen organizado, particularmente la del trafico de fentanilo a las tierras “gringas” que ha causado miles de muertes.
Con su círculo más cercano, entre ellos las famosas “corcholatas” y todos los representantes populares adscritos a su ideología y movimiento social y miles de personas en sincronía con la euforia del evento, López Obrador mandó un mensaje para todos los mexicanos más allá de los colores partidistas a cerrar filas en nombre de la nación mexicana frente a cualquier injuria o amenaza extranjera que profane con sus intereses la tierra azteca.
El clamor de las voces se entonó en una sola y el momento de un punto decisivo históricamente de la política mexicana contemporánea se firmó con un discurso que llenó de pasión a los oyentes, consagrando el arranque de la recta final de una administración que ya tiene sus paginas en los libros de historia asegurada, pues, los cambios de la 4t, gusten o no, han redibujado la vida del territorio mexicano, en su pasado, presente y futuro.
En el evento también estuvo presente el gobernador del Estado de Sinaloa, el Dr. Rubén Rocha Moya, una de las personas de más confianza para el tabasqueño, y quien tiene a su cargo la responsabilidad de llevar el proyecto obradorista de transformación con sentido social en tan importante territorio del noroeste mexicano, trabajo que ya ha rendido frutos en su primer año de gobierno, siendo reconocido como uno de los mejores gobernadores del país por ello.
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