Xicoténcatl Barajas
La defensa por su autonomía que emprendió la Universidad Autónoma de Sinaloa y la aprobación de la Ley de Educación Superior hecha por el Congreso del Estado, han escalado peldaños inimaginables que hasta agresiones físicas se están presentando entre los universitarios que comulgan en diferentes corrientes ideológicas y políticas.
La paz ya se trastoca en los planteles educativos, mientras el Congreso del Estado parece ir con todo sin importarle los amparos de la justicia federal que ya le otorgaron protección a la Universidad Autónoma de Sinaloa, arguyen sus autoridades.
Y por esa confrontación de la que ya se ha dicho que solo los protagonistas y representantes, tanto del Gobierno del Estado, como el Congreso y la UAS conocen el hilo de la madeja de la verdad por la que se desató este fuerte encontronazo, se presentan bochornosos escenarios ocasionados por las huestes de algunos maestros jubilados que manipulan a una reducida horda porril de trabajadores y alumnos para que vayan en contra de su alma mater, que se está defendiendo por la vía legal.
El estira y afloja se da como en el viejo PRI, cuando se dividían hasta las familias que abanderaban a bandos distintos y que intereses ajenos y aviesos trataban de fragmentar a su militancia para vencer, utilizando el modus operandi de la provocación, la agresión verbal y física, como recién lo vivieron trabajadoras de la preparatoria central de Culiacán que fueron atacadas por otra empleada y un vigilante jubilado cuando “volanteaban” información referente a la defensa de la autonomía universitaria, cuyos testimonios quedaron grabados en videos siendo también testigos, alumnos, maestros y transeúntes que pasaban por el plantel, por lo que el caso fue atraído por la Fiscalía General del Estado para su investigación y posible judicialización.