Redacción
La apuesta del bloque opositor conformado por los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y el de la Revolución Democrática a favor de la figura advenediza que está representando la senadora panista Xóchitl Gálvez Ruiz, demuestra una vez más el desespero por volver a probar las mieles del poder absoluto por parte de la vieja clase política.
Para ello, no tienen reparo en postular a un personaje construido a modo con la intención de representar un antagonismo a la figura de Andrés Manuel López Obrador, rayando en la incongruencia, pues, ahora los partidos conservadores que han despreciado los apoyos sociales dirigidos a los más pobres, depositan sus últimas esperanzas en una mujer citadina de supuesto origen de izquierda y del pueblo.
¿Por qué alguien con de esta supuesta estirpe se codea con los partidos que llevaron a la nación mexicana a un espiral de violencia y corrupción por casi 100 años?; ¿Por qué alguien que dice haber militado en la liga obrera marxista trabajó con Vicente Fox y se codea con Alejandro Moreno, Claudio X. González, entre otros depredadores políticos?
El denominado Frente Amplio por México tiene el tiempo en su contra, mientras que, el Movimiento de Regeneración Nacional sigue contando con la aprobación de la mayoría de los mexicanos, y tras haber ganado el Estado de México en las elecciones de este 2023, los primeros siguen experimentando y se la juegan fabricando títeres en lugar de barajar propuestas verdaderas.
La intentona engañosa por bajar de los cielos privilegiados de la elite política a la tierra real de los habitantes de este país, o, al menos, lo que ellos consideran así, dan como resultado una mofa que muestra su verdadero ser, conformado por ideas racistas, clasistas y pedantes al tratar de vender una imagen ramplona que encaje con aquello que en realidad jamás aprobarían.
La revolución de conciencias que llevó a AMLO al triunfo en el año 2018 sigue vigente, la «corcholata» que sea la elegida para continuar el legado de la cuarta transformación, se presagia su aprobación sea avasallante, pues el 30% del electorado sigue respaldando a MORENA y, la verdadera sucesión presidencial se está jugando en esa cancha, por lo tanto, la «llamarada de petate» que representa el Xóchitl Gálvez necesita más que el humo de las redes sociales y sus miles de likes, supuestamente orgánicos, para hacer frente a eso.
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