Redacción
Víctima de su ambición y terquedad por volver a donde no lo quieren ni es requerido, Jesús Estrada Ferreiro, ex presidente municipal de Culiacán, recibió un “garrotazo” contundente y en la nuca por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, después de que este votó en contra del recurso que según lo reinstalaría en la alcaldía, aún y cuando se le acusa de diversos delitos por los cuales tiene procesos penales abiertos.
Devorado por sus ansias de poder y venganza, Estrada Ferreiro cantó victoria antes de tiempo a través de sus redes sociales y comenzó a realizar actos de proselitismo político con la ciudadanía, pues, según él, se jactó en decir que la justicia constitucional estaba de su lado, y el resultado ya estaba dado, sin embargo, para el bien de la ciudadanía culichi al final las cosas salieron al revés para el susodicho remedo político.
Fue enorme el desagrado que provocó la súbita noticia que ya aseguraba que el polémico ex alcalde regresaría a la silla de la presidencia, subestimando a los ciudadanos que tienen memoria, pues, pareciera que este personaje y quienes de manera repentina mostraron un apoyo y amor que antes no tenían, olvidaron que los culichis se unieron para sacarlo a patadas por el pésimo desempeño que mostró en su administración.
Una gestión catalogada como la peor que ha tenido la capital del Estado, pues el retroceso social, cultural y económico, fueron enormes y aún se arrastran sus consecuencias, estos hechos y otros tantos desplantes de Jesús Estrada Ferreiro con algunos sectores importantes de Culiacán, fueron los que lo llevaron en espiral hacia su caída política, por lo que ahora tiene que enfrentar la justicia tarde o temprano, pues las argucias legales no siempre le favorecerán.
Al enterarse de la noticia, iracundo arremetió contra los magistrados del tribunal, aun y cuando se dice un respetuoso de la constitución y, por otra parte, irresponsablemente y sin pruebas tangibles, acusó al gobernador Rubén Rocha Moya de estar detrás de todo el supuesto complot en su contra, evidenciando que es un mal perdedor, dejando en claro que Culiacán no necesita un político de su clase al frente del gobierno, contrastando con la excepcional gestión y perfil del actual presidente municipal Juan de Dios Gámez Mendívil.