Redacción
La consigna es clara, el Movimiento de Regeneración Nacional quiere llevarse el carro completo en las elecciones del año 2024, no sólo la presidencia de la república, la cual, hasta ahora, distintas encuestas favorecen a la virtual candidata Claudia Sheinbaum Pardo, y la colocan como la futura ganadora en todos los escenarios posibles, sino también hacerse con la mayoría calificada en las cámaras representativas.
Ganar la cámara de diputados y senadores consolidaría el cierre del sexenio para Andrés Manuel López Obrador, quien dio esta encomienda a Sheinbaum Pardo, la cual inmediatamente tomó la batuta en sus manos y ha mostrado grandes dotes de liderazgo y estrategia, al conformar un equipo sólido e iniciar un movimiento de unidad masiva en todo el país.
Sin embargo, hubo quienes respingaron y cayeron en el dramatismo al alarmarse por la adición de distintos cuadros políticos alrededor del territorio mexicano, algunos provenientes de partidos como el PRI, PAN, PRD o figuras independientes con un capital político que MORENA no puede dejar pasar desapercibido, por lo que fueron convocados al llamado de cohesión que la ex jefa de gobierno de la CDMX está encabezando.
Los cambios o cierres de periodos políticos siempre se han dado, no es una novedad que en un punto efervescente de la política mexicana contemporánea estas desbandadas o transiciones de un partido a otro se den y en MORENA han sabido capitalizar estos acontecimientos para rematar a una ya diezmada oposición.
Así fue como nacieron las distintas corrientes políticas que rivalizaron contra el antiguo régimen, como el PRD, que era una estirpe del priismo de aquella época, donde Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano y López Obrador militaron durante muchos años.
La base del PRI históricamente ha sido enorme, y aún en el filo de la extinción conserva mucha militancia, la cual ha sido vapuleada por su actual dirigente y sus intereses personales que han desplazado la intención de una renovación partidista, dejando como resultado la deserción de importantes figuras que habían militado muchos años en las filas del tricolor.
La pureza fundacional de un movimiento no es inmune a la contingencia del tiempo, la transformación obradorista sabe que debe estar en constante tránsito para renovarse, la dependencia a una figura simbólica no debe ser la carta de triunfo en cada proceso, por lo que, la dirigencia y el equipo de Sheinbaum Pardo están dejando su marca en el proyecto para demostrar que hay estructura y capacidad operativa por lo que la prueba será el 2024.
Las reformas al poder judicial y al Instituto Nacional Electoral son el temor de la ultraderecha conservadora, los líderes en la cúpula opositora saben que los remanentes de poder que aún conservan en esos rubros son lo único que hace la diferencia entre ser nada y aun estar en el mapa político, sin embargo, la 4T arrecia su marcha para dar un golpe contundente y con Claudia al frente se están jugando el todo por el todo.
Síganos; léanos: www.politicacontambora.com
Reserva de Derechos al Uso Exclusivo INDAUTOR de la Secretaría de Cultura
Difusiones periódicas vía red de cómputo
04-2021-020500431127-203