* Deja a los empleados del PRI sin pago de quincenas y asegura a su séquito de esbirros que firman en la nómina y viaja cómoda en un bimotor Cesna 414 con matrícula NPP-4114PS cuya hora vuelo tiene un costo de 1200 dólares aproximadamente.
Xicoténcatl Barajas
La dirigente estatal del PRI en Sinaloa, Paola Gárate Valenzuela en una actitud presuntuosa dio a conocer en cierta ocasión supuestos dotes de pilotaje de naves aéreas, volando por encima de la gente de Culiacán.
Aunque también, hay detractores políticos contemporáneos que aseguran que su fructífera carrera política es producto de la aviación en nóminas secretas con presupuesto público y otras, en las que ha firmado como regidora municipal, diputada local y federal, funcionaria pública y ahora como representante del tricolor, al que le es leal no por sus convicciones –dicen- sino por el presupuesto que reparte entre sus allegados vía nóminas infladas.
Haciendo suya la máxima y clásica de que: “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”, Gárate Valenzuela no desaprovecha ninguna coyuntura para gozar de excentricidades y ser protagonista y centro de atención en el ajo político.
Así alardea también entre quienes la conocen, con sus allegados, en francachelas y reuniones aderezadas con bebidas etílicas de las que es muy aficionada, además de ser capaz de pactar hasta con el mismo Diablo con tal de sacar ventaja personal, como lo ha hecho de tiempo atrás la discípula de Adelaida Ayón Lares, de Alger Uriarte Zazueta y de “Paquis” Corrales.
Su cuestionada llegada a la dirigencia estatal y el abandono de las bases del agonizante PRI no le importan, ella ya está arriba en el vuelo 2024 y tratará de vender las candidaturas y asegurarse con una plurinominal, para eso, hace viajes en avión privado de Culiacán a Los Mochis, un bimotor Cesna 414 matriculado con el número NPP-4114PS con base en la ciudad cañera del municipio de Ahome, mismo que -se sabe- le presta su compañero de fórmula, el millonario remedo de político mochitense, el empresario del papel aluminio, Bernardino Antelo Esper.
De Paola se dicen tantas cosas en los corrillos políticos, hasta de haberse quedado con el presupuesto y aportaciones que le hicieron en una de las campañas en las que perdió, ahí se fue el financiamiento que le hizo Sergio Torres siendo alcalde de Culiacán y, los vales de gasolina que le patrocinó la líder del Sindicato de Salud, Arcelia Prado Estrada, así como recursos de otros simpatizantes priistas y empresarios que creyeron en su proyecto, el cual resultó personal y recaudatorio a sabiendas de que estaba perdida su elección.
Sin duda, Paola se ha sabido mover bien, es habilidosa y lista para meterse como la humedad con su fingida actitud y voz ladina engaña bobos como los que la rodean, quienes se reparten el pastel asignado por el INE e IEES, siendo comparsas de una dirigente facturera que solo reporta viáticos sin tener oficio político pero que sí tiene en la hambruna a los empleados del moribundo PRI, quienes ya gestan demandas en su contra, mientras la hora vuelo de esa aeronave cuesta aproximadamente 1200 dólares, según especialistas consultados sobre el tema.