Redacción
La infamia del ex alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, no conoce límites y, de nueva cuenta vuelve a causar polémica, pues, ahora se ha registrado como contendiente por la senaduría, en una clara señal de confrontación contra el secretario de gobierno, Enrique Inzunza Cázarez y el gobernador Rubén Rocha Moya.
Aún y con procesos penales abiertos en su contra y repudiado por los habitantes de la capital del Estado, Estrada Ferreiro sigue atrapado en su sueño guajiro de volver a probar las mieles del poder, esta vez tirando a lo grande, ya que, su capricho de volver a la alcaldía de Culiacán se ha transformado en una calentura que lo hace delirar con ser Senador de la República.
Los tiempos políticos actuales han dejado claro que esta clase de personajes salen sobrando, pues, lejos de apoyar los proyectos de transformación han terminado restándole credibilidad, por lo que en los próximos comicios electorales se estarán jugando posiciones de mucha importancia con cartas fuertes, de ahí que lancen a alguien como Inzunza Cázarez para seguir fortaleciendo a futuro en Sinaloa el movimiento que ahora encabeza la doctora Claudia Sheinbaum Pardo.
Los famosos desvaríos mentales y comportamientos reprobables del ex edil culiacanense son recordados aún por el pueblo que lo echó de la alcaldía, es por esto que no figura como un perfil apto para ser un representante de tal importancia, además de no contar con la experiencia suficiente.
A su vez los morenistas no olvidan su afrenta a los principios rectores de la transformación obradorista que este traicionó durante su desastrosa administración al frente del Ayuntamiento de Culiacán, que lo terminarían llevando a su desafuero y destitución.
Asimismo, tras su destape muchos han calificado el emprendimiento de este plan como una locura y una manera de molestar a las altas esferas morenistas en Sinaloa, pues, se sabe que Estrada Ferreiro se ha codeado con grupos antagónicos a la cuarta transformación y ha operado para ensuciar sus trabajos, desacreditando a su persona y aspiraciones.
