Xicoténcatl Barajas
Interpretar la política y descifrar las señales y mensajes que de ella emanan siempre ha sido complicado, incluso, ni los mejores analistas y columnistas que se consideran “las vacas sagradas del periodismo” los olfatean; ni analistas y gurús digitales que se auto denominan politólogos pueden a veces desenredar la maraña de estos, sin embargo, hay signos que atan cabos sin dificultad.
El juego político de Jesús Valdés Palazuelos que se registró por el Partido Verde Ecologista de México al senado de la república por ejemplo, es una muestra más de las componendas políticas de alto calado, en las que se mezclan amistades, intereses y familias; “amarres” que se hacen muy alejados del pueblo y de la realidad social, como en el fraccionamiento La Primavera, el Country Club o en la ciudad de México.
No se necesita ser adivino ni jactarse de ser el periodista más influyente e informado de la ralea de la comunicación o dueño de la información o la verdad absoluta para entender los giños políticos del momento, como ver muy de cerca al agricultor Manuel “Chato” Tarriba Urtuzuastegui y a Jesús Valdés Palazuelos, amigos de verdad y ex colaboradores del gobierno que encabezó Quirino Ordaz Coppel, quien tuvo su pase a una diputación federal por el verde y, lo demás, ya es historia y se sigue anotando más a las páginas de esta.
En la actualidad, el apellido Tarriba está de moda, simple y sencillamente porque el esposo de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo es un sinaloense de raigambre de la familia con ese apellido, el doctor Jesús Tarriba Unger, primo hermano de Manuel Tarriba, ex presidente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES) y ex secretario de agricultura y ex jefe de Valdés Palazuelos, quien fuera subsecretario de la SAyG a su lado.
De ahí que las especulaciones en los mentideros de café y en los corrillos políticos corren como reguero de pólvora y hay quienes afirman, que la carta de los Tarriba para el senado de la república es precisamente el compadre de todos, “Chuy” Valdés para los amigos y uno que otro igualado.
Y no solamente viene de “palero” a dividir para allanarle el camino a Enrique Inzunza Cázarez come se ha propalado, sino, que viene a ganar con todo el apoyo de los Tarriba y de la doctora Sheinbaum como un plan emergente en caso de que la fórmula de MORENA fracase por las circunstancias políticas que se viven al interior de este partido y, por las condiciones también inestables que le ha generado el ex secretario general de gobierno al gobernador Rubén Rocha Moya, al meterlo en muchos problemas que seguramente se verán reflejados en las urnas.
Por eso, tomando las debidas previsiones se apostó por un plan B en el plan C, con la fórmula de Valdés Palazuelos y Nubia Ramos Carvajal, dos figuras políticas controvertidas e identificadas con Quirino Ordaz Coppel, embajador de México en España, quien por cierto, tuvo diferencias marcadas con Inzunza Cázarez cuando gobernó Sinaloa.
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