ERIKA SÁNCHEZ NO ESTUVO EN «OTRO NIVEL» EN EL DEBATE POLÍTICO

  • Sin talento ni propuestas; así quiere gobernar Culiacán Erika Sánchez

Redacción

Con la realización del primer y único debate por parte del Instituto Estatal Electoral de Sinaloa, entre los candidatos y candidatas a la presidencia municipal de Culiacán, finalmente, a dos semanas de llevarse a cabo los comicios electorales, finalmente, se pudo ver quién es quién en esta contienda.

Como era de esperarse, en la misma sintonía que el resto de abanderados que portan las siglas del PRI, PAN y PRD en el estado y el resto del país, la candidata Lourdes Erika Sánchez Martínez, ante la falta de visión y propuestas para los ciudadanos, dio un espectáculo penoso, en el que solo se dedicó a lanzar injurias y alborotar a la pandilla de “salvajes” que llevó como porra, quienes buscaron constantemente boicotear el evento.

Sánchez Martínez se dedicó a leer durante todo el debate en cada uno de los puntos abordados e incluso hasta leyó los ataques que dirigió al candidato de MORENA, Juan de Dios Gámez Mendívil; demostrando su falta de capacidad para hablar y dirigirse directamente a los culiacanenses, quienes esperarían un poco más de alguien cuyo slogan de campaña es el de poner a Culiacán en otro nivel, pero parece que, a quien le falta subir de nivel es a ella.

Representante del “chuquiquismo”, una de las corrientes priistas más rancias en Sinaloa cuyos integrantes se hayan al borde la extinción en la nueva era política que se vive en México, Erika Sánchez busca desesperadamente a través de las mentiras y sembrando el miedo en la población hacerse con la alcaldía de Culiacán, para según ella volver a esos buenos tiempos en el que el priismo asaltó, desfalcó y dejó en las ruinas las arcas del municipio, como es el caso de la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado, cosa que presumió honradamente durante la transmisión en vivo del debate, pensando que los “culichis” no tienen memoria.

“Mucho ruido y pocas nueces”, reza un antiguo refrán que se aplica muy bien a la candidata de la coalición PRI, PAN, PRD y PAS, quien, tras mucho cacareo a través de las redes sociales desde el inicio de su campaña, en el momento decisivo dejó mucho que desear y demostró que en Culiacán la promoción de las viejas políticas que ella representa y que tienen como fin la privatización, los negocios particulares, endeudamiento y despilfarro a costa del pueblo y bienestar de las familias, no tienen cabida ya en la capital de Sinaloa.

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