Redacción
Tal parece que lo que queda del Partido Revolucionario Institucional y quienes se aferran a seguir lucrando con sus despojos no aprendieron de la aplastante derrota sufrida el pasado 02 de junio, fecha histórica en la que millones de mexicanos en masa se dieron cita en las urnas para mostrar su rechazo a los viejos esquemas políticos, como lo son el PRI y el PAN.
Así pues, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, sigue acomodando todas las piezas del tablero para perpetuarse en la dirigencia, lo que ha causado una convulsión interna dentro de las filas de dicho organismo que se debate entre la vida y la muerte, ya que, los resultados de los anteriores comicios desahuciaron la vida política del otro hegemónico tricolor de cara a los próximos años, pues, cada día son menos los simpatizantes y sus defensores.
En consecuencia, graves disidencias a lo largo y ancho de todo el país se han suscitado entre las filas del tricolor, con grupos afines a “Alito” que curiosamente se han beneficiado con puestos y cargos de representación popular plurinominales, estos últimos otorgados a los de mayor confianza que le han hecho el “caldo gordo” al polémico dirigente.
Por ejemplo, en Sinaloa la línea ha sido clara con la dirigente del PRI estatal, Paola Gárate Valenzuela, quien ha acatado cada una de las ideas y ordenes que se emiten desde el CEN en la Ciudad de México, que es lo mismo decir que ha obedecido al pie de la letra los mandatos de “Alito” Moreno para beneficiarse ella y su selecto grupo de allegados, todos con una diputación local plurinominal en el congreso local.
Paola Gárate, dicho sea de paso, tras haber fracasado como operadora política estatal en el pasado proceso electoral, ha salido a decir que solo “Alito” es la persona capacitada para reconstruir al PRI, asimismo, se ha encargado de esparcir estas mentiras en todo el estado, al ir al encuentro con la militancia, a la cual busca ahora que sí la necesita, pero que, con engaños, les promete que todo va a estar mejor, aunque tal vez solo para ella las cosas puedan mejorar al sacarle beneficio a los cascajos de su partido.
Por otro lado, hay quienes aún guardan pequeñas esperanzas de que el PRI renazca y pueda dar un salto para así adaptarse a los nuevos tiempos que lo han dejado atrás, sin embargo, la ambición de unos cuantos tira por la borda todo intento genuino de salvación y aspiración hacia el futuro, usando un falso y contradictorio discurso al decir que ellos sí rescatarán de la crisis al partido, cuando fueron ellos mismos los que la provocaron.
En resumidas cuentas, serán pues los propios priistas que sigan repitiendo las mismas viejas “mañas”, carentes de visión y proyectos, quienes sellen el destino de este antiquísimo partido político en el país, el cual no será otro más que la inminente extinción, ante el apabullante rechazo de una sociedad cada día más politizada y consciente a la cual no se le puede engañar a su antojo como antes lo hacían.
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