A.B.Z.
En medio de la turbulencia política, mediática y violenta a raíz de los acontecimientos del pasado 25 de julio, el gobernador sinaloense Rubén Rocha Moya decidió hacer cambios y enroques en algunas secretarías y dependencias clave para el buen funcionamiento de la administración estatal. Perfiles jóvenes pocos vistos y conocidos, así como otros con trayectoria en cargos públicos y de avanzada edad, son los que figuran para el segundo tramo del gobierno estatal rochista, además, de los que se irán incorporando cuando concluya la legislatura local y los periodos de algunas y algunos presidentes municipales que, al igual que diputadas y diputados pudiesen ser tomados en cuenta, según los dichos del propio jefe del ejecutivo estatal. Por lo pronto, Sinaloa está en los ojos del mundo por el estigma del narcotráfico que, aunque se ha tratado de minimizar con los discursos del presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador y de la presidenta entrante, Claudia Sheinbaum Pardo, la cruda realidad es la que vivimos aquí día con día, expectantes y atemorizados por hechos violentos de alto impacto que no se investigan con eficiencia y que siguen anotándose en la lista y aumentado las cifras cotidianas de la estela que va dejando este flagelo que lacera a las mujeres y hombres de bien de la tierra de los once ríos. Y me despido con decir que: ¡La Libertad de Expresión es Nuestra Mejor Arma de Justicia Social!
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