LAS CALAVERAS DE ALBERTO CABANILLAS

Se le ha visto de lejos,
más hambrienta que de costumbre,
ahora viene por los viejos
o aquellos que atizan la lumbre.

No conforme con la carne,
dicen que hasta los huesos se lleva y
es tan grande su hambre,
que come y come ¡ y no se llena!

Pobre de esa huesuda,
aprendió de malas mañas que
ahora no suelta el hueso
y se va hasta las entrañas.

Que ha andado en la polaca,
con un fantasma no muy listo
viajando de allá pa’ acá
¿Y a ese Rocha quien lo ha visto?

Y esos roedores del hueso
que por Sinaloa abundan,
como el caso de Escuinapa
que al pobre estado inundan.

Pobre flaca desnutrida,
otros son los que engordan y
si la flaquita se descuida
hasta a ella se la roban.

Y que un tal Feliciano
que era de los meros meros,
desde que supo que venía
ahora ya se hizo vocero.

Por la universidad
se sigue peleando el hueso,
ladran con agresividad
aunque ya se fue el sabueso.

Otros llegaron muy salsas,
como Harfuch con sus soldados
armados hasta las bolsas,
pero un sistema muy salado

Los conflictos todavía siguen
y quien sabe hasta cuando que
hasta nuestra pobre calaquita
de miedo se anda espantando.

Y dizque por Culiacán
esta se andaba paseando,
pero asustada ya se va
porque ha estado tronando.

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