Xicoténcatl Barajas
Como una trinchera política, más no de defensa real para los agricultores privados -horticultores y graneros- es como ven a la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES), Enrique Riveros Echavarría, actual presidente de la Asociación de Agricultores del Rio Culiacán, quien aspira a la dirigencia del longevo organismo y el grupo de “los perfumados” que ha estado desde las sombras atacando las políticas agrícolas del gobierno federal y del estado.
Ellos, en temas de política se acostumbraron a negociar con los regímenes gubernamentales bajo el estandarte de la CAADES, teniendo también el monopolio de la AARC, sin embargo, desde hace cuatro periodos consecutivos han perdido la trinchera y la tribuna, con las cuales obtuvieron grandes beneficios traducidos en diputaciones, posiciones políticas, secretarías de agricultura y proyectos productivos vía Fundación Produce para sus empresas agrícolas.
Hoy, los tiempos para la renovación de las dirigencias de las once asociaciones agrícolas y de la CAADES llegaron y como recalcitrantes conservadores pretenden hacerse del bastión de los productores privados para defender sus intereses grupales y personales, no el de todos los agremiados, mucho menos los de las asociaciones chicas que son las más pobres, a las que solo visitan cada tres años para sacarles el voto sin tomarlas en cuenta en las grandes decisiones y, mucho menos cuando se trata de beneficios, porque las que siempre se llevan la mejor parte son las tres más ricas, la rio Culiacán, la rio Sinaloa Poniente y la rio Fuerte sur, que son las que están en la franca competencia por la batuta.
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