¡LO QUE SEA…QUE SUENE!

  • Un sector del sufrido y aguantador pueblo “culichi” se manifestó por hechos violentos; jilguerillos políticos quisieron llevar agua a su molino

Xicoténcatl Barajas

Enardecido, un sector del sufrido y aguantador pueblo “culichi” salió a las calles principales de la capital sinaloense hasta llegar al Palacio Municipal y al del Gobierno del Estado para manifestarse por los hechos violentos que siguen padeciendo personas inocentes, como el caso de la familia Sarmiento Ruiz, de la que el padre y dos hijos menores de edad fueron víctimas de la imparable ola de violencia que sigue azotando a la ciudad, derivada esta de la pugna de dos grupos del narcotráfico que tienen asediada a la población que es ajena a sus diferencias  e intereses delincuenciales. El grito y las voces de consignas y reclamos para el gobernador Rubén Rocha Moya y demás autoridades del área de seguridad fueron contundentes durante la marcha convocada por el director de la escuela primaria “Sócrates”, Víctor Manuel Aispuro, quien llevó la batuta de la misma y al que se le sumaron cientos de culiacanenses que parecieron  reflejar el dicho de que: “el valiente vive hasta que el cobarde quiere”, pues casi se alzaron en armas exigiendo justicia por el asesinato del papá y sus dos retoños. Su libre protesta y manifestación de las ideas se dio sin tapujos, sin embargo, la proclama de justicia social se contaminó por jilguerillos políticos que aprovechando el dolor de la afligida familia y de las amistades y seguidores de la misma, descargaron sus enojos y rencores gritando ¡Fuera Rocha!, a quien antes le sirvieron en sus proyectos políticos, pues ahí entre la gente se pudo ver al ex morenista, el profesor José Ángel Beltrán, el mismo que promovió en su momento al Movimiento de Regeneración Nacional y, también impulsor de “Somos más que 53”, asociación de choque que pretendió despojar del liderazgo de la sección 53 del SNTE a las huestes de Daniel Amador Gaxiola. También en las gráficas y videos se pudo ver muy activo a Miguel Ángel Leyva, aquel veterano luchador social (hoy conocido como activista) que enarboló la causa perdida de los venderos ambulantes del centro de Culiacán en contra del entonces alcalde panista, Sadol Osorio Salcido. Junto a ellos, hubo quienes llevaron la protesta a otro nivel y vandalizaron el edificio público que es de todos los sinaloenses y no de Rocha Moya, a quien buscaron, pero no encontraron. Ante eso, y al ver que la situación se estaba saliendo de control y desviándose  el fin por el que fue convocada la ciudadanía,  la viuda de Antonio Sarmiento y madre de Gael y Alexander, muy prudente y con un criterio distinto al de quienes quisieron llevar agua a su molino, expresó a medios de comunicación que ella se bajó del tercer piso al ver que estaban causando daños a las oficinas y complicándose la situación, que ella lo que buscaba era paz y justicia, por lo que esperaría a que el gobernador la buscara; “si nos quedábamos arriba se podía hacer más violencia, mejor nos bajamos, mejor hay que parar esto, no queremos violencia, queremos paz”, expresó.

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