- Se agrupan en el Partido Verde y en Movimiento Ciudadano
- También Paloma Sánchez instaló su laboratorio político en la alcaldía de Navolato con el apoyo de los coyotes semilleros, Víctor Godoy y Evelio Plata
Xicoténcatl Barajas
La política está revuelta en Sinaloa y, no son casualidad los golpeteos que se dan entre sí grupos políticos locales y empresariales que también tienen influencia en la capital del país.
El rompimiento amistoso y de pacto político que había entre el exgobernador Quirino Ordaz Coppel y el actual mandatario estatal, Rubén Rocha Moya afloró ya, y son contantes los “jaloneos” entre ellos que ni el empresario de la carne Jesús Vizcarra Calderón ha podido parar.
Los rochistas, como el senador Enrique Inzunza Cazarez y Feliciano Castro Meledrez se incomodan y ven cómo el quirinismo quiere volver por sus fueros y que las fichas de su ajedrez político las está colocando poco a poco con la influencia del poderoso grupo Coppel y, pudiera ser, que con “la charola” de viejas amistades como el secretario de Agricultura del Gobierno de México, Julio Berdegué Sacristan y del empresario atunero Leovigildo Carranza, amigos de Jesús Tarriba Unger, esposo de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Mientras, Ricardo Madrid Pérez, diputado federal del Partido Verde Ecologista de México, marcado primero con el fierro del ex gobernador Jesús Aguilar Padilla y después con los de Quirino Ordaz Coppel y el propio Rubén Rocha Moya, se hace el aparecido en Culiacán “sumando” cartuchos quemados de otros partidos, cuando hay quienes aseguran que es una jugada que está fraguando el señor de la Q desde el viejo continente.
Por otro lado, al diputado Sergio Torres Félix, quien fuera aliado de Ordaz Coppel durante su campaña y a quien solo le dio una migaja de poder durante su gobierno, el embajador -se sabe- le quiere sacudir el tapete ahora que ya levantó la corriente política de Movimiento Ciudadano, intentando meter como coordinadora nacional de ese instituto político a la ex diputada local priísta y quirinista de hueso colorado, Fernanda Rivera de Bloch, esposa del presidente del patronato de la Cruz Roja mexicana en Sinaloa.
Así, se esgrime en las esferas políticas sinaloenses cómo Quirino Ordaz Coppel ya trae un juego político bien definido en la tierra de los once ríos, esa que no conoce su ex colaboradora, la senadora Paloma Sánchez, quien por cierto, ya instaló su laboratorio político en la alcaldía del municipio de Navolato, la única posición que conservan los aguilaristas y coyotes semilleros de la región, los priistas Víctor Godoy Angulo y Evelio Plata Inzunza, quienes “mangonean” a su antojo al insipiente presidente municipal, doctor Jorge Bojórquez.
¿Y los sinaloenses dónde quedan y qué papel juegan en estos tiempos tan complejos de violencia y turbulencia política?