Redacción
- Ha convertido al Congreso en cuna del sicariato legislativo
- Aspira a gobernar Sinaloa pisoteando la constitución
En Sinaloa, la locación que debería ser reconocida como la casa del pueblo, lugar sagrado en el que las leyes que rigen y dan estabilidad a la sociedad se engendran, se ha convertido en un instrumento para amedrentar políticamente a figuras públicas, con la diputada María Teresa Guerra Ochoa a la cabeza de esta célula del sicariato legislativo.
Quien durante muchos años fuera ubicada como una luchadora social y académica reconocida en la Universidad Autónoma de Sinaloa, defensora de los derechos humanos y de las mujeres sinaloenses, es quien ahora empuña el garrote y actúa con malicia para amedrentar a adversarios que difieran de su facción política a la que está entregada totalmente.
Asimismo, cabe destacar el pobre trabajo en materia de creación de nuevas leyes y reformas legislativas por parte del grupo parlamentario del Movimiento de Regeneración Nacional al cual pertenece, pues con ella como verdadera dirigente de los legisladores guindas y como presidenta de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) las acciones se concentran en comandar un grupo de porros disfrazados de diputados que aplauden y atacan según se les ordena.
Sin dejar de lado el silencio institucional y fracaso como representantes públicos en la ola de violencia que azota a Sinaloa desde hace casi un año, con la diputada y su séquito aportando poco o nada a la restauración de la paz, prestándose a la narrativa que niega los hechos que estremecen a la población.
Por otra parte, recientemente Tere Guerra fue noticia al destaparse a sí misma como interesada en contender por la gubernatura de Sinaloa, lo que muchos interpretan más como una jugada por parte del oficialismo al utilizarla como peón, que una intención genuina para así restar fuerza al movimiento desertor encabezado por la apostata senadora Imelda Castro Castro, al ser cada vez más fuerte la posibilidad de que la candidatura por la silla del tercer piso en Sinaloa se designe bajo el principio de paridad de género.
Ya que, es sabido que Guerra Ochoa es cercana a la cúpula morenista regional en la tierra de los once ríos, y el rumbo hacia la próxima contienda electoral en esta región del noroeste mexicano se estará jugando en el escenario de un movimiento dividido en distintas facciones, con los morenistas sinaloenses por un lado y por el otro aquellos “herejes” apoyados por la federación desde el centro del país.
Sobra decir a cuál de estos dos grupos es a fin la líder de la JUCOPO, pues basta recordar con quien se le ha visto bailando música de banda, “pisteando” y comiendo pollo frito en la cantina “el guayabo” en varias ocasiones, en la capital del estado, Culiacán, misma que también tiene intenciones de gobernar como plan B.

