- Opinión pública culiacanense se hizo escuchar
- Cancelan celebración masiva del grito en Culiacán
- Crece el repudio del pueblo en contra de la violencia
- Grupos políticos se adjudican la voz de los ciudadanos
Por el escribano
La opinión pública fue contundente y se hizo escuchar mostrando su rechazo a participar en el festejo de las fiestas patrias en la capital sinaloense, convocada por el gobierno del estado, lo que derivó en la cancelación absoluta de la celebración que, por segundo año consecutivo, fue cancelada, producto de la inseguridad que se vive en el corazón de Sinaloa desde septiembre 2024. Esto se da a tan solo una semana de la marcha por la paz, en la que participaron miles de culiacanenses que exigieron un alto a la violencia y garantías de seguridad por parte de las autoridades, mostrando que los gritos y consignas ciudadanas manifestados el pasado domingo 7 de septiembre del año en curso, siguen vigentes haciendo eco y es ineludible que los representantes públicos hagan oídos sordos al sentir de la población, la cual se siente agraviada, y más que celebraciones, reclama acciones concretas para la pasificación de la entidad.
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Cabe destacar que, unas horas antes del anuncio de la cancelación del evento por parte del gobernador Rubén Rocha Moya, Culiacán y Navolato vivían una de sus jornadas más violentas en los últimos meses, con una serie de hechos de alto impacto que dieron como resultado un repunte de la inseguridad, la cual se manifestó de manera evidente y echó por la borda los datos presentados por la autoridad que se presentan con ahínco y de manera apresurada día con día, teniendo en su contra la realidad que se vive en las calles y carreteras.
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Por otra parte, durante el fin de semana que se registraron estos sucesos, de nueva cuenta la capital se vistió de luto por un acto que conmocionó a toda su sociedad, al darse la noticia de que, en un fuego cruzado, una madre de familia que tenía como profesión la docencia, perdió la vida de manera atroz y lamentable, mientras viajaba en su vehículo junto a su familia en la zona de Altata, elevando a un más el repudio del pueblo en contra de esta barbarie criminal e irracional.
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Finalmente, los grupos políticos y empresariales que se adueñaron de la marcha ciudadana, salieron una vez más a festejar como un triunfo propio la cancelación del grito de independencia, cuando la realidad es que los culiacanenses organizados no obedecen a los intereses de un grupo en específico, ni buscan sacar raja “política” de una situación tan delicada, por lo que es despreciable que en un contexto como el que se vive actualmente en el centro del estado de Sinaloa, se presenten personajes cuyas acciones buscan satisfacer su hambre de poder y aspiraciones políticas, utilizando las causas populares como una plataforma para proyectos electorales, más allá de trabajar en equipo por un verdadero bienestar ciudadano en común.

