- La casa rosalina se previene ante nuevas políticas laborales y sindicalistas de gobiernos de izquierda que piden austeridad republicana
Xicoténcatl Barajas
Las dobles jubilaciones que por ley están prohibidas de acuerdo a resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por ser extralegales en los contratos colectivos de trabajo a nivel nacional preocupan a millones de trabajadores, incluidos a los de la Universidad Autónoma de Sinaloa que, ante las nuevas políticas laborales y sindicalistas de los gobiernos de izquierda que piden austeridad republicana, se empiezan a prevenir.
Tal es el caso de la reingeniería y la conformación de un fideicomiso que permitirá a la UAS seguir cumpliendo a sus trabajadores activos y jubilados con las mismas prestaciones, por lo que, todos de forma colectiva tendrán que poner su granito de arena de lo mucho que les ha dado la máxima casa de estudios de los sinaloenses, pues el gobierno federal ya no está dispuesto ni en condiciones de erogar miles de millones de pesos para el pago de prestaciones laborales que se llevan casi todo el presupuesto que año con año destina.
En los años 70 del siglo pasado cuando se elaboró el contrato colectivo de trabajo las circunstancias del país y de Sinaloa eran muy diferentes, las políticas gubernamentales estuvieron encaminadas a sofocar las rebeliones estudiantiles y desprestigiar a las universidades públicas en las que militaban izquierdistas y comunistas, aunque también, quienes manejaron los hilos del poder tanto de parte de los sistemas de gobierno de esa época y rectores de la casa rosalina “se amaron y se odiaron y no pudieron vivir los unos sin los otros”.
Así, las conveniencias mutuas fueron evidentes y mientras hubo dinero de parte de los gobiernos neoliberales en las universidades, sus rectores y líderes sindicales se despacharon con la cuchara grande, los cotos de poder crecieron y la plantilla laboral también plagada de familiares herederos, amigos, recomendados y compadres, hasta llegar a estos tiempos en que es urgente y necesaria la reingeniería y, nuevamente, la creación de un fideicomiso que será parecido a una Afore para poder conservar la doble jubilación o, definitivamente cancelar ese oneroso beneficio que les heredaron los gobiernos tricolores del pasado y que hoy , resulta hasta ilegal e insostenible para el nuevo régimen gubernamental morenista.
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