- Productores agrícolas siguen con su lucha
- Manifestaciones y toma de carreteras por cerrazón de Julio Berdegué Sacristán, secretario de Agricultura del país
Xicoténcatl Barajas
Productores agrícolas adheridos a organizaciones y otros de forma independiente, pero con el mismo punto de coincidencia: lograr precio justo y la rentabilidad del campo, siguen en pie de lucha exigiéndole al gobierno federal que mejore las políticas agrícolas que se han venido implementando desde hace siete años, justos lo que lleva gobernando el Movimiento de Regeneración Nacional, tiempo en el que la decadencia de la agricultura como actividad primaria ya se resiente no solo en Sinaloa, sino, en los 20 estados en los que su economía principal depende del campo, así lo advierten de manera contundente los dirigentes y hombres que hacen producir la tierra y que expresan no sentir lo duro, sino, lo tupido por la falta de apoyos, precios de garantía, incumplimiento de parte del gobierno de México con los incentivos prometidos, además, de la cerrazón del secretario de agricultura federal, el sinaloense Julio Berdegué Sacristán, quien pareciera estar empecinado en darle el tiro de gracia a los sufridos y aguantadores labriegos que, con el sudor en su frente, hacen que la gran mayoría de los alimentos, principalmente el maíz, lleguen a la mesa de los mexicanos. La situación para los agricultores del sector social ejidal y de la pequeña propiedad es muy complicada y cada día se ve más nebuloso el futuro agrícola del país que, ante un poderoso competidor como lo es Estados Unidos de norte américa se queda desprotegido por parte del gobierno morenista que enfatiza en su discurso que: ¡sin maíz no hay país!, mientras, en los hechos la cruda realidad la retratan ejidatarios y propietarios rurales con la toma de carreteras como una medida desesperada para ver si la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo y su gabinete de agricultura y hacienda aterrizan un programa o proyecto factible que de una vez por todas permita que los productores de granos de los estados del norte y occidente de la república – que son los que producen grandes volúmenes- comercialicen a precios razonables sus cosechas que son devoradas por los grandes industriales como MASECA y MINSA, aparte de los coyotes regionales y locales que son los que casi, casi rigen los precios, dejando en la ruina a los maiceros, trigueros, sorgueros y demás y ahí los estallidos sociales sumados a la ola de violencia que azota a la nación.
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