- Algunas familias se decepcionaron porque culiacanenses no atendieron la convocatoria
Redacción
Alrededor de 300 personas de la “Generación Z” marcharon de la Catedral de Culiacán al Palacio de Gobierno para exigir el freno a la violencia en Sinaloa, justicia para el ex alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, asesinado el pasado 1 de noviembre, y, por el alto a la corrupción que prevalece en las entidades del gobierno en general.
Lo hicieron de manera pacífica con la exigencia en sus diferentes pancartas, manifestación que se sumó a otras del país, mostrándose un hartazgo por los altos niveles de violencia que privan en ciudades y comunidades mexicanas, así como en las carreteras de las que el crimen organizado se ha adueñado sin una sola respuesta eficaz y eficiente de las fuerzas de seguridad de los tres órdenes de gobierno.
La marcha fue multigeneracional, aunque fue convocada por la llamada “Generación Z” de los jóvenes de hasta 27 años de edad, quienes cansados de la corrupción y el desempleo decidieron salir a tomar las calles y no quedarse en casa como sus abuelos y papás que pese a ser ignorados por las autoridades y no contar con las condiciones de vida como empleo y buena remuneración económica, organizaron la movilización, la cual quedará marcada en la historia de México, pues su principal exigencia fue pedir la renuncia de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
En las escalinatas del Palacio de Gobierno, no fue lo que se esperaba, pese a ser la entidad una de las cinco estados más violentas de México y, en donde se vive una guerra entre las facciones del cártel de Sinaloa que ha cobrado miles de vidas entre homicidios, desaparición forzada, más de 20 mil desempleados, y arriba de los 30 mil millones de pesos perdidos, con hoteles funcionando al 30 por ciento, cero actividad comercial nocturna y caída del ingreso de las familias, principalmente de Culiacán.
El contingente lo tomaron familias de desaparecidos, jóvenes y adultos, personas afectadas por los robos de vehículo a punta de pistola, quienes demandaron un alto a la corrupción, que aún prevalece en las esferas de los tres niveles de gobierno y, portando carteles con consignas como: “Al pueblo se le cuida, no se le olvida”; “La Paz es un derecho no un sueño”; “Carlos Manzo vive”; “Presidenta no soy Bot”; “Todos somos México”; “Fui entregado a la delincuencia por un año, siendo ajeno a ella. Me torturaron y asesinaron”, algunas familias llegaron vestidas de blanco para reclamar Paz.
También pidieron por los agricultores, sector olvidado por las autoridades federales al no otorgarles, por lo menos, precios justos para la comercialización, y recordaron que “sin maíz no hay país”, luego de que México se convirtió en una nación de importación de maíz de los Estados Unidos al dejar de lado la autosuficiencia alimentaria que se pregonó en la administración del ex presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Cabe destacar, que algunas familias se decepcionaron por la falta de sensibilidad de las familias de Culiacán, quienes no atendieron la convocatoria como se vio en otros estados con menos hechos violentos y salieron miles de familias a marchar a las calles para exigir seguridad y paz, cuando en Sinaloa se vive una guerra.

