Xicoténcatl Barajas
- Atrás de todos los aspirantes hay proyectos políticos futuristas
El gobierno de Culiacán ha cumplido conforme a las leyes laborales vigentes con cada punto estipulado en el contrato colectivo de trabajo con los sindicalizados del ayuntamiento, así es como se ha hecho público en varias ocasiones cuando el alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil rubrica cada acuerdo como patronal.
Sin embargo, el controvertido dirigente del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Ayuntamiento de Culiacán, Julio Duarte Apán, demuestra más interés por las campañas de confrontación con las diversas expresiones políticas internas que le exigen trasparencia que, a cumplir con la parte laboral que le corresponde y, esto, los culiacanenses lo atestiguan al ver cómo distrae a las cuadrillas de trabajadores en su caprichosa y enfermiza obsesión por el poder, perdiendo mucho el pueblo de Culiacán.
Duarte Apán es duramente cuestionado por querer perpetuarse al frente del STASAC, con un liderazgo desgastado que ya no tiene fuerza y, que, aun así, trata de enturbiar el proceso de elección que se avecina, haciendo la intentona de mantener sus intereses personales y los del ex dirigente, Salvador Flores Acosta que junto a sus hijos tienen secuestrado el otrora poderoso sindicato.
Para la nueva directriz gremial emergen figuras que se apuntan como la doctora Zaida Flores Manjarrez, quien tiene el fierro troquelado del ex dirigente y ex presidente municipal, actual diputado local de Movimiento Ciudadano, Sergio Torres Félix.
Manuel Espinoza Ramos, quien debe tener también sus padrinos políticos respaldándolo “muy a la sorda” pero que se notan en su onerosa campaña proselitista.
Y Homar Salas Gastélum, de quien se dice que es “piloteado” tras bambalinas por el presidente del Partido Verde Ecologista de México, Ricardo Madrid Pérez, a quien le vibra por ser munícipe de Culiacán cilindrado desde el viejo continente.
Así, más allá de beneficiar a los habitantes de la capital del estado, se vislumbra que atrás de todos los aspirantes existen intereses políticos muy ajenos a los del sindicalismo y a los de una sociedad que contribuye para lograr el bienestar colectivo.

