En la que fuera su primera gira oficial como gobernador de Sinaloa por el municipio de Elota, Quirino Ordaz Coppel a su muy puro estilo socarrón, sin tapujos, con un lenguaje coloquial que le caracteriza y ante el pueblo elotense, expresó que el presidente municipal, Geovani Escobar Manjarrez es medio codo y, que se queda corto cuando de poner recursos se trata para beneficio del pueblo.
“Tu éntrale y yo le entro, pero Geovani se quedó corto porque es medio codo; yo le decía: Gobierno del Estado pone dos y ustedes pongan otros dos, y hacemos algo bueno y lo arrancamos”, le espetó el gobernador al alcalde elotense.
Y es que la fama de ser buenos administradores la tienen los hermanos Escobar, ya que, en los negocios y la política han sabido administrarse tan bien que todo queda en familia, pues su padre Vicente, su hermano Germán y su cuñado Arturo Yáñez han sido alcaldes, diputados locales y federales.
Y como prueba de ello está la reciente designación que hicieran de su hermano Ramón como administrador del Comité de la presa “El Salto”, donde, por cierto, explotan la pesca de tilapia y lobina y, muy pronto pondrán en operaciones un restaurante flotante para complementar el corredor turístico que usufructúan desde la playa Ceuta hasta pasar por su rancho ganadero “La Papalota”.
Casi por nada pudo haberlo dicho el mandatario estatal, quien debe estar muy enterado de cómo se las gastan los hermanos Escobar que están convertidos en dueños de vidas y haciendas en el municipio, además de ser todas unas celebridades en los negocios y la política, mientras que el sufrido y aguantador pueblo ya no haya a que Santo encomendarse para acabar con el cacicazgo de esta estirpe.