Redacción/ ¡Aquí…Política con Tambora!
A menos de tres meses de que se lleve a cabo la jornada electoral del 1 de julio, en donde estará en juego el mayor número de puestos de representación popular en la historia de México, es decir 3 mil 406 candidaturas a escala federal, estatal y municipal, la mayoría de las campañas tienen algo en común: todas arrancaron adoptando un solo color por igual y no es el de sus respectivos institutos políticos, es más bien el gris de la apatía, el que denota ausencia de propuesta y que trae el mismo discurso refrito.
O dígame usted, ¿qué de nuevo le ve a la campaña de Meade, Anaya o AMLO?, ¿qué de nuevo ofrecen los suspirantes a diputaciones y senadurías en el caso de Sinaloa? Respire profundo, ponga su mente en blanco y admítalo: nada.
Han transcurrido ya las primeras semanas en que los candidatos deben convencer al electorado de votar por ellos y no se conocen a ciencia cierta sus propuestas concretas sobre qué harán en caso de ganar los puestos de elección popular a los que aspiran.
Por cuestiones de espacio, respeto al lector y por qué simplemente no merecen la pena, en el presente artículo evitaré mencionar a todos los candidatos y sólo me remitiré a unos cuantos.
Empezaré por la dupla de la discordia que integran Mario Zamora y Rosa Elena Millán, quienes parecen traer pleito casado y sus egos no los dejan hacer equipo. Ambos dicen que van a trabajar por Sinaloa, pero a Mario siempre se le ha visto ausente, poco interesado y a Rosa Elena como una palera del gobernador en turno, ¿o ya se le olvidó cuando siendo presidenta de la Comisión Permanente en el Congreso del Estado en 2013, estaba muy apurada por darle luz verde a la solicitud amañada de Malova para aprobar dos contratos de colaboración público privada para construir dos Hospitales Generales?, sí, aquellos que serían el “Martiniano Carvajal” en Mazatlán y el “Bernardo J. Gastelum” de Culiacán.
En esos tiempos de malovismo, la ex funcionaria estatal tuvo que enfrentarse a capa y espada con el ex diputado de Nueva Alianza, Manuel Cárdenas Fonseca, quien alegaba que los documentos recibidos no contaban con el detalle de los proyectos, ni siquiera tiempos de ejecución de la obra ni gasto total a destinar.
Saque cuentas, el proyecto de Malova que tanto le urgía aprobar a Rosa Elena, le hubiera costado a los sinaloenses un total de 5 mil 500 millones de pesos, esto pangándose en un plazo de 20 años, mientras que el proyecto recién planteado por Quirino Ordaz costará mil 200 millones de pesos… No pues guau, ahora resulta que la ex secretaria de Desarrollo Social es muy Puro Sinaloa.
No podemos negar sin embargo que la señora es buena para las sumas y restas, pues supo sacarlas bien y dejar a Paola Garate de suplente en el Congreso de la Unión, para que, una vez subiéndose al “carro” del gobierno Quirinista, ésta ocupara su lugar dejando la curul disponible en el Congreso local para su hermanita menor Emma Karina Millán.
Pero para no engranarnos en un solo personaje le damos la vuelta a la página y seguimos con el candidato al Senado de la República por la coalición “México al Frente” y “Por Sinaloa al Frente”, Héctor Melesio Cuén Ojeda, quien es uno de los mejorcitos aunque tampoco plantea nada nuevo en su campaña. Habrá que esperar sorpresas ya que el de nariz aguileña es astuto y seguramente estará guardando lo mejor para la parte final de la contienda.
El que anda muy calladito es el candidato a senador por Morena, Rubén Rocha Moya, quien sin hacer mucho ruido está recorriendo los 18 municipios y sosteniendo reuniones con los sectores productivos. Imelda Castro por su parte es como la cintura de una vieja gorda: no se le ve por ningún lado.
“¿Qué te importa?”, es la frase que adoptó el “independiente” Manuel Clouthier Carrillo, cuya intención era conocer el sentir de los ciudadanos culiacanenses, pero terminó convirtiéndose en meme al agregarle la frase “come torta”, ya que lejos de verlo como una pregunta amable se entendió por muchos como un reto. “¿Qué te importa?: come torta”.
En el caso de los candidatos a diputaciones, Aarón Rivas, dijo estar convencido de que ganará la diputación federal por el distrito 05 porque la gente lo conoce y su mayor anhelo es apoyar a quienes más lo necesitan. Tan rápido se le olvidó como dejó vestidos y alborotados a los comerciantes de la Obregón que confiaron en su palabra en 2016 y al final tiró el changarro de la SEDECO para encampañarse como diputado local, cargo que dejó a medias para ir por una diputación federal, bueno… ¿pues qué desde el Congreso local no se puede ayudar a la gente?
«Yo fui Diputado local dos veces y en los distritos en los que me ha tocado representarlos les he cumplido, saben de la casa de gestoría, me han recibido bien, dos, tres, cuatro personas pues a lo mejor no es del agrado, pero vamos caminando, hemos recibido el apoyo y vamos bien», mencionó recientemente el de Tamazula.
En el distrito 07 de Culiacán, navega un tiburón disfrazado de pelotero, el hijo de Juan S. Millán, Juan Ernesto Millán Pietsch, quien toda su vida a mamado de la ubre gubernamental, y ahora hasta se quitó el apellido para “venderse” entre el electorado. Se da sus baños de pueblo caminado por las calles donde creció, el recurso de la música emotiva y evocar recuerdos en video ya no es novedad, tampoco lo es el Facebook donde busca inútilmente darse a conocer entre el electorado, se les olvida que los usuarios de redes solo representan el 3 por ciento de la población en el país.
Y hablando de País, Serapio Vargas Ramírez, presidente del Partido Independiente de Sinaloa, presentó la fórmula de candidatos que habrán de representar a su partido en la contienda electoral.
Martín Lugo Martínez candidato a la presidencia municipal de Culiacán, Yesenia Mercado, Marina López y Laura Medina candidatos a los distritos 06, 07 y 08, respectivamente. ¿Usted los conoce?, apenas en su casa.
Algunos no se imaginan la mala fama de Serapio Vargas o ni siquiera han escuchado los rumores respecto a que este pseudo líder social cobraba cheque en la Secretaría General de Gobierno que en su momento encabezó Gerardo Vargas Landeros. Al PAIS no se le ve propuesta y quiere captar la atención con un “vamos a ganar porque somos cabrones”, como si el lema grosero lo acercara más al pueblo.