- Un grupo foráneo fue invitado a la capital sinaloense por una conocida colega local quien terminó exhibida y regañada por el Presidente Municipal de Culiacán
Redacción
El evento prometía mucho y resultó ser un fiasco, así lo describen algunos de los pocos que estuvieron presentes y atestiguaron cómo el Alcalde culiacanense volvió a despotricar en contra de la prensa local ante medios foráneos quienes terminaron también regañados.
Se trataba de la ceremonia de inauguración de los trabajos correspondientes a la Asamblea General del Consejo Directivo de la Federación de Asociación de Periodistas Mexicanos A.C. (FAPERMEX) y el Colegio Nacional de Licenciaturas en Periodismo (CONALIPE) que, en resumen, fue un pretexto perfecto de una periodista local para ponerse una guarapeta con sus amigos chilangos patrocinada por autoridades estatales y municipales.
El problema fue que a la comunicadora y su grupito selecto de amigos se les pasó la mano la noche anterior y llegaron como carro destartalado: una hora tarde, con los pelos encrespados y un olor etílico que casi disolvía la pintura del hotel Wyndham donde fue celebrado el evento.
Lo anterior enfureció al edil culiacanense quien de inmediato aprovechó los micrófonos para arremeter contra la prensa. En su discurso hacia los comunicadores foráneos dijo que “en Culiacán hay periodistas y periódicos de prestigio” que falsean información y que no son casos aislados, por lo que los calificó de antiéticos.
Al proseguir con su discurso, Estrada Ferreiro olvidó sus críticas de campaña y por el contrario les aseguró a los visitantes que Culiacán no es una ciudad violenta, sino, una de trabajo, tratando acallar las voces ciudadanas que durante meses ha denunciado un abandono total en la ciudad.
Por supuesto que el edil culiacanense no habló sobre la falta de servicios públicos en distintos puntos del casco urbano y sindicaturas, tampoco de las luminarias inservibles que ya parecen plaga en todas las colonias.
Hoy la capital sinaloense tiene calles que huelen mal, rincones oscuros donde se anida la delincuencia, vialidades sin mantenimiento y una serie de promesas chifladas que no responden a la necesidad de los ciudadanos, pero el edil las omite y por lo contrario arremete nuevamente contra la prensa.
“La verdad fue un evento muy mal organizado y a leguas se vio que no le tomaron seriedad, pero no es para que por unos cuantos se nos juzgue y satanice a todos, somos más los que participamos de forma activa en la construcción de un periodismo digno e imparcial, por supuesto que el Alcalde nos ofende con sus declaraciones, ese discurso ya lo trae de banderita”, dijo uno de los comunicadores indignados por la actitud del edil.
Por lo pronto, esas agrupaciones periodísticas de diferentes partes del país se fueron con un mal sabor de boca, unos con el de la cruda y la gran mayoría desilusionados por quien lleva las riendas de tan bella tierra sinaloense.