Xicoténcatl Barajas
Después del destape a destiempo, sin cálculos, y sin respetar al primer priista de Sinaloa, al gobernador Quirino Ordaz Coppel, no fueron pocos los elotenses y sinaloenses priistas que de inmediato hicieron conjeturas y vertieron opiniones en torno al clan de los hermanos Escobar Manjarrez de Elota que han construido con el paso de los años una industria política que les ha generado mucha riqueza, tanto en la sierra como en la costa del municipio del centro sur del Estado.
Y es que fueron varios los que coincidieron que las aspiraciones y expresiones del ex diputado federal son legítimas y que él está en todo su derecho hacerlo, aunque omita que primero tiene que enseñar hacer política a su hermano, Geovani Escobar Manjarrez, insipiente presidente municipal en funciones que debiese seguir su ejemplo como político, pues el buen juez por su casa empieza y, entonces sí, le dé rienda suelta a sus pasiones políticas.
Germán al igual que su padre, don Vicente Escobar, fue alcalde de Elota, además diputado local y federal, dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos y actualmente atiende una serie de negocios desde comercios hasta agrícolas y ganaderos en la región, asimismo, fincó en el cono sur de Sinaloa, en la sindicatura de La Concha del municipio de Escuinapa, una Sociedad de Producción Rural mediante apoyos federales del régimen anterior en los cuales aparecen en el acta constitutiva familiares y amigos que fueron beneficiarios para operar el acopio de granos en esa zona limítrofe con Nayarit.