El Congreso del Estado de Sinaloa entregó por vez primera el Premio Medalla de Honor “Dra. Norma Corona Sapien” a la reconocida luchadora social Mercedes “Meché” Murillo Monge, quien dedicó este reconocimiento a todas las personas que defienden a los que menos tienen.
En Sesión Solemne, la presidenta de la Junta de Coordinación Política, Graciela Domínguez Nava, y la presidenta de la Mesa Directiva, Gloria Himelda Félix Niebla, le entregaron el reconocimiento enmarcado y le colocaron la medalla “Dra. Norma Corona Sapien”. Ello, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Acudieron el presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Enrique Inzunza Cázarez, y en representación del Gobernador Quirino Ordaz Coppel, asistió el Secretario de Desarrollo Sustentable, Carlos Gandarilla García.
“La bandera de Meché Murillo, los Derechos Humanos. Y es por esta trayectoria por la que hoy el Congreso del Estado de Sinaloa la galardona con la Medalla de Honor Dra. Norma Corona Sapien”, explicó la diputada Graciela Domínguez, presidenta de la JUCOPO. Un largo peregrinar en la brega por la justicia y socorriendo a los pobres soportan las razones de este reconocimiento, continuó.
“Las calles de Culiacán registran sus huellas, cientos de oficinas de gobierno fueron abiertas por Meché; miles de manos sinaloenses le tienen reconocimiento, aprecio, cariño, justamente por su lucha. Su voz, mil veces, ha sido denuncia, y la exigencia de atención su estandarte”, continuó Domínguez Nava. Por su parte, la presidenta de la Mesa Directiva, Gloria Himelda Félix Niebla, ubicó a la homenajeada como una luchadora incansable y como un referente obligado para las mujeres de Sinaloa.
“Luchadora de las causas sociales, defensora de los derechos humanos, ejercicio permanente de una política digna en beneficio de la sociedad, activo humano de Sinaloa”, expresó en alusión a las características de la homenajeada.
Pero coincidentemente, observó, estas características son también algunas de las definiciones de lo que fue la vida de Norma Corona Sapien.
En los últimos años, señaló, el Estado Mexicano ha experimentado una evolución jurídica, en la que los derechos humanos y su protección se han constituido en la obligación primaria de todas las instituciones públicas.
“Parte de esa evolución, lo fue de manera sensible la trayectoria de Norma Corona, y lo ha sido el camino de vida de Mercedes Murillo: dos mujeres, cuyo común denominador puede definirse en la visión que se adelantó a las concepciones constitucionales del Estado”.
“A Sinaloa, a México, les fue arrebatada Norma Corona, pérdida que no se repara en ningún sentido, pero que con medallas como ésta que hoy lleva su nombre, honramos su legado, y distinguimos a quienes han coincidido con su visión, a mujeres que continúan en el día a día con su legado”.
Al hacer uso de la voz Mercedes Murillo, sus primeras palabras fueron para agradecer al Congreso del Estado haber decidido entregarle el premio.
“Abrazo a sus legisladoras y legisladores, quienes representan al pueblo, ese pueblo que me da la oportunidad de estar aquí; ese que me ha permitido servirlo, defenderlo y apropiarme de sus causas por muchos años”.
Expuso que recibía el premio a nombre de muchas otras mujeres que hicieron y hacen de las necesidades de la comunidad el trabajo de su vida.
“Esta medalla es también para quienes luchan desde su propia trinchera contra la desigualdad, la pobreza y la injusticia que seguimos padeciendo en las cárceles, las casas, las colonias y en los espacios de todos”.
Recordó que su lucha la inició hace 60 años cuando hacía su servicio social, al participar en un programa federal que promovía el matrimonio civil entre las mujeres que vivían en unión libre y tenían hijos, para que adquirieran sus plenos derechos.
Luego, dijo, no sólo recorrió colonias, sino que también visitó las cárceles de Sinaloa y gracias a ello estudió Derecho, para poder defender mejor a los internos.
En su lucha, reconoció que ha sido respaldada por empresarios y funcionarios, pero sobre todo por periodistas y medios de comunicación, para quienes pidió un aplauso como reconocimiento a su excepcional apertura que no ha visto en otros estados de la República Mexicana.
Con palabras entrecortadas recordó el asesinato de su hermano Ricardo, su compañero de lucha, y también citó algunas amenazas que le hicieron a ella: “Bájale, ya es hora de que le bajes”.
También recordó su candidatura a la presidencia municipal de Culiacán en 1992, cuyas elecciones las calificó como fraudulentas y le llevó a mantener un plantón de 60 días fuera de Palacio Municipal, el cual concluyó de manera violenta pero que coadyuvó para que en el siguiente proceso electoral el voto fuera respetado.
Luego de ese movimiento, fundó el Frente Cívico Sinaloense, como instrumento de lucha social, el cual mantiene en funciones hasta la fecha.