* No quiere perder la industria política del clan familiar
Xicoténcatl Barajas
Desesperado porque la industria política que construyeron por años los hermanos Escobar de Elota está llegando a su fin, estos ya tejen alianzas y acuerdos con grupos políticos de MORENA para seguir en la jugada, sin importarles que los tachen de traidores y malagradecidos con su partido tricolor que les ha dado todo.
Así, el presidente municipal de Elota que es un reducto de lo que fuera el otrora poderoso cacicazgo de los Escobar que hizo de esa región una hacienda administrada casi con horca y cuchillo como en los viejos tiempos, busca a como dé lugar seguir manteniendo bastiones políticos en organismos importantes para negociar el 2021, como es el caso del Módulo de Riego de la Cruz de Elota.
Los hermanos Escobar se han distinguido por ser carentes de palabra y traicioneros, y ahora se aliaron con morenistas por intereses muy personales para tratar de arrebatar la dirigencia a los productores agrícolas y usuarios de riego, como si no se llenaran con todo lo que aprovecharon del sector social ejidal, obras públicas para sus propiedades desde las administraciones municipales que han encabezado y diversos programas y apoyos que bajaron de la extinta SAGARPA, ahí está el caso de los silos en la sindicatura de la Concha del municipio de Escuinapa y otros que administran amigos y parientes.
En este nuevo episodio de política rancia y chicharronera, junto con el hijo del ex alcalde cenecista Candelario García Zamora, “El Chevey” García, quien fuera presidente de la Junta Local de Sanidad Vegetal de Elota, Cosalá y San Ignacio y quien es un ferviente adulador del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y de MORENA, el munícipe está tratando de coaccionar e inducir en las elecciones del organismo hidroagrícola, usando el poder del pueblo contra el mismo pueblo, dividiendo familias, amistades y compadrazgos.
Y esto, es una prueba más de que MORENA está hecha con las mismas estirpes, mañanas y rapacerías que tanto critican. Por qué no mejor sería que les abrieran una investigación a los hermanos Escobar para que respondan por los latrocinios y excesos que tienen acumulados en tantos años, que bien podrían decomisarse esos bienes para ser subastados por el Gobierno de la República a través de Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado (INDEP) o, en su defecto, que les congelen las cuentas como se ha venido haciendo con otros políticos venales y corruptos de todo México.
Y ante esa posibilidad, Geovani Escobar tiene miedo y busca blindarse con los hermanos García Zamora de El Bolillo, con “Lyli” y “Chevey” que han sido una piedra en el zapato para el clan familiar desde que abandonaron al PRI que los vio crecer, los alimentó y les dio una profesión, además de la dotación de tierras ejidales que son fértiles valles y que hoy usufructúan, pero tampoco se les quita la comezón de la política y de ser algún día alcaldes como su padre, quien por cierto, también dirigió el Módulo de Riego en una de las etapas más críticas que no supo manejar.