Por MARTIN MENDOZA
Otra contienda electoral se avecina. Como sucede desde hace 30 años, esta será con estreno de nuevas reglas y nuevos rostros, sobre todo de féminas. Pero, si actitudes y ambiciones de poder no cambian, también será la tradicional competencia de bandos políticos y partidistas que contagiados con el virus de la “maldita mendicidad” entrarán a la liza electoral con el ánimo dispuesto a darse con todo, de arrastrar vida y trayectorias de los contrarios, a fin de aplastarlos, derrotarlos ampliamente. Con todo ello, anticipamos que no se va a repetir otra copiosa votación ni otra diferencia tan definida como la del primero de julio del 2018.
Será otra competencia émula de un pleito de pandilleros: todos los partidos y sus abanderados irán asociados. Es decir, como desde fines del siglo pasado, el único sistema de juego a aplicar es el de “TenB”, Todos en Bola, en llamadas alianzas, coaliciones o asociaciones políticas de las organizaciones registradas oficialmente para participar, con lo que volverán a demostrar que el disfrute de las prerrogativas –el gasto de nuestro impuestos, pues—los mantiene amodorrados, tirados en la hamaca, sin estrategias, sin ideología, sin esfuerzo intelectual alguno, sin amor a la Patria, con lo cual confirmarán que su única ilusión es lograr el porcentaje necesario para mantener el mismo registro, atenidos a que la práctica del “Proyecto Cholo” –todos contra todos, y si pegas en la espalda sin que te descalifiquen, la hiciste– que tan buenos resultados a algunas organizaciones políticas ha dado, les permita otros seis o tres años, seguir prendido a la ubre económica nacional.
Estatalmente, tendremos la elección del relevo del Gobernador de más corta duración en esa etapa, la de Quirino Ordaz Coppel, de menos de 5 años. Y al parejo de ello, habrá la irrupción de 20 candidatas a diputadas locales, al menos 3 a diputadas federales, 18 aspirantes a presidentas municipales, 9 a síndicas procuradoras y un titipuchal de candidatas a regidoras, con igual número de competidoras a suplencias al Poder Legislativo.
De hecho, y pese al apego a las reglas del juego que impuso la pandemia del SARS-CoR 2, –quédate en casa y la Sussy D, no Susana Dos a esta mesa, si no Susana Distancia donde te pares–, el ambiente en este súper cálido clima ha estado poniendo en ebullición líquidos y ánimos de quienes pretenden que la mano de Doña Leonor los acaricie. Como fatalidad recordaremos que en Sinaloa, donde la Sagrada “M”, primera letra de mi nombre y apellido, se ha convertido también en la fatídica inicial de la palabra Muerte, Maldad y Mezquindad, sin alusión a sus portadores. Ello se pretende sumar a la política y también en patronímico y apelativo aparece como la letra de apertura de los aspirantes a la candidatura a Gobernador del Estado con mayores posibilidades de ganar.
Uno de ellos, previendo que “no le ganen el jalón”, con la gloriosa Sigla inicial de mi nombre y apellido, ya registró la letra “M”, esa que trae en la hebilla de su cinturón, aunque posteriormente culparon a su papá Mario Zamora Malcampo, ex Director de Alcoholes estatal y ahora dueño de un Colegio particular, de tal Registro.
Pero la “M”, en términos políticos, no las ha tenido consigo con los Zamora. Ambos, padre e hijo, son los únicos que han perdido ante el PAN las elecciones para presidente municipal de Ahome. El papá ante Francisco Salvador López Brito, que luego ha sido diputado local y Senador; su vástago.
Ante Zenén Xóchihua Enciso, quien también ha sido funcionario federal y diputado local. Lo más doloroso para esa “M” fue tal vez la aplastante derrota de José Antonio Meade Kuribreña, el 2018, por la Presidencia de la República. Meade, no sólo es amigo del nieto del licenciado Francisco Gastélum y yerno del laborioso y exitoso manguero de San Miguel Zapotitlán Daniel “Parma” Ibarra, Zamora Gastélum, sino que también fue su Jefe en la desaparecida Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero.
Gracias a Meade Kuribreña, “Mario Jr.” es Senador de la República, escaño al cual llegó al convertirse en “Mejor Perdedor” en ese 2018, pues fue derrotado por el hoy su colega “Senatore”, Rubén Rocha Moya. Imelda Castro, llegó también al Senado gracias a que los votos de panistas, priistas y perredistas, fueron para Morena.
Si se fijaron, el ex Rector de la UAS también es “protegido” por el halo divino de la “M”, sigla inicial de su apelativo materno. Luego de iniciar fructífera carrera política desde joven –fue dirigente nacional de estudiantes rurales federales cuando estudió en “El Quinto”, Sonora, cartera la cual entregó, coincidentemente, hace 45 años en Ayotzinapa, lugar donde, en el 2014, masacraron, quemaron y desaparecieron a 43 estudiantes—, líder sindical en la UAS y Rector de la propia Universidad, aunque, va parejo en cuanto a victorias y derrotas victorias electoralmente obtenidas.
Perdió dos veces, en 1986 y 1998, ante Francisco Labastida Ochoa y Manuel Clouthier del Rincón, del PRI y del PAN, respectivamente y luego ante Juan Millán y Emilio Goicoechea Luna, también tricolor y blanquiazul, en ese orden, como candidato a Gobernador del Estado. Por cierto en la segunda ocasión produjo un vibrante discurso al iniciar campaña en Mazatlán en un domingo tórrido y sofocante clima. Dentro del descalabro, ante Juan Millán y Emilio Goicochea Luna, no le fue tan mal pues al sacar 170 mil votos logró colocar 5 diputados de representación proporcional en el Congreso local. Ha sido la votación más alta de la izquierda en Sinaloa, que se recuerde. Lo mejor, que el entonces presidente nacional del PRD, partido que lo candidateó, era Andrés Manuel López Obrador, quien le reconoció su esfuerzo pues obtuvo el 17 por ciento de la votación, ganó una Presidencia Municipal y metió a 5 diputados a la cámara local por representación proporcional.
Pero Rocha también fue vencido por el extinto José de Jesús Calderón Ojeda en la elección para presidente estatal del PRD. El “ganón” fue Feliciano Castro Meléndrez, a quien ante lo ríspido del diferendo le entregaron la Presidencia, lo cual le sirvió para llegar como diputado al parlamento local y ahora funge como Secretario Particular del propio hermano del exalcalde de Navojoa y exsecretario del Ayuntamiento de Agua Prieta, Sonora, el maestro Alfonso Rocha Moya. Ese proceso obligó a que Rubén Rocha abandonara el PRD en 2002, pues sus dirigentes aparentemente la habían jugado las “contra”.
La “M” quiere asegurar su participación en las siglas electorales próximas, sin importar que Zamora Gastélum haya registrado la que trae en la hebilla de su cinto. Otra es la que encabeza el segundo patronímico de Héctor Melesio Cuen Ojeda.
Expresidente municipal (con licencia después de ejercer un año en Culiacán, por lo cual además de químico pueden llamarlo “licenciado”) el Maestro Cuen es de los pocos políticos que pudiéramos considerar que tiene capital político propio. ExRector de la UAS y exdiputado local.
Que no pudo llegar al Senado, al también badiraguatense hay que reconocerle que si alguien tiene suficientes recursos, humanos y políticos, en Sinaloa, es él, lo cual en las elecciones locales pasadas no se vieron, pues de todos los puestos comiciales ganados en el proceso anterior al mencionado, sólo pudo colocar a su esposa como diputada, pues repitió como candidata “pluri”.
Otro posible candidato poseedor de otra “M” en su nombre es Manuel de Jesús Clouthier Carrillo, quien también le disputó a los otros tres mencionados la pasada candidatura a Senador. El hijo del “Maquío”, quien ya fue diputado federal, aparentemente estará sujeto a la decisión de su hermana, la diputada Tatiana Clouthier, quien todavía no decide si buscará la candidatura a Gobernador de Nuevo León o Sinaloa. Radica en aquella entidad, donde es figura política. De hecho aquí no la conocen.
Pero el descendiente del derrotado aspirante a Gobernador y a la Presidencia de la República, en ese orden, aún no ha dicho nada pese a que hay una síntesis informativa que se difunde en redes que lo señala, considerándolo como independiente.