“CHEVEY” GARCÍA Y HÉCTOR SÁNCHEZ; ¡NO ME AYUDES COMPADRE!

Xicoténcatl Barajas

Se tapan con la misma cobija casi desde la infancia, chacotearon por los lodazales del ejido El Bolillo en Elota, guiados por el líder campesino Candelario García Zamora, de quien no “mamaron” su liderazgo ni buenas costumbres, pues los líderes no se dan en macetas, sino, que nacen.

José Abel García “Chevey”, candidato de la planilla verde a la Presidencia del Módulo de Riego número 2 de la Cruz de Elota y el ex presidente municipal Héctor Sánchez Macarios están desesperados pidiendo el voto para el próximo 8 de agosto y creen tener buenas cartas de presentación como para pedir con la frente en alto el apoyo de los productores y usuarios de riego.

Pero la memoria de los elotenses no falla, recuerdan bien el nefasto desempeño de ambos. Del primero saben que su paso por la Presidencia de la Juta Local de Sanidad Vegetal de los municipios de Elota, Cosalá y San Ignacio fue un verdadero fiasco, dejó deudas millonarias de cuotas del Seguro Social y daños al erario de la federación por concepto de pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR), así es que no tiene buenas referencias como administrador.

Del segundo, quien se desempeñó como Alcalde, aun se sienten los estragos de su funesto Gobierno y los latrocinios son tantos que esa macha es como la pobreza, no se puede borrar, como tampoco se puede olvidar que como dirigente del transporte ejidal de la Liga de Comunidades Agrarias se despachó con la cuchara grande, obteniendo permisos y concesiones, aparte, no se sabe a nombre de quien quedó el edificio que se construyó con las cuotas de los transportistas ejidales, lo que fue causa de una férrea disputa que hasta la muerte le costó al profesor Rafael Fuentes Román, el guasavense que sacó del anonimato a Héctor Sánchez Macarios, que terminó pagándole con una traición junto con sus secuaces.

Por eso entre los productores y usuarios de riego se propala mucho el viejo y conocido refrán que reza: ¡No me ayudes compadre!, por aquello de que la sombra de Sánchez Macarios terminará opacando más la imagen de quien pretende llegar a dirigir el organismo hidroagrícola, aunque también se escucha decir: que Dios los hace y Dios los junta, ¿será?

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