EL VOTO: LA LLAVE PARA EL ESTADO DE DERECHO E IGUALDAD, DIP. ANGÉLICA DÍAZ

  • En réplica, señaló que actualmente no se puede hablar de democracia donde no se incluya a las mujeres.

Al cumplirse 67 años del voto de la Mujer, celebrado el pasado 17 de octubre, la diputada del Partido Sinaloense, Angélica Díaz de Cuén señaló que el derecho al voto ha sido y es la llave de acceso a otros derechos políticos y bienes públicos, pues en la actualidad no se puede hablar de democracia donde no están incluidas las mujeres, a pesar de ello y si bien la discriminación de las mujeres a la hora de votar prácticamente ha desaparecido con la expansión del sufragio universal, con frecuencia los derechos político-electorales no se pueden ejercer con plena libertad pues a la fecha, pese a la creciente participación electoral de las mujeres en mayor proporción que los hombres, aún persisten situaciones en que se vulnera el derecho a ser votadas y la influencia de los varones es determinante en las decisiones y en el sentido del voto de las mujeres.

Durante su participación en Tribuna, Díaz de Cuén señaló que según datos publicados por el INE, en México, en algunos sectores de la sociedad, las mujeres no tienen total autonomía para realizar actividades sociales y políticas: 21% de ellas piden permiso a su pareja o algún familiar para participar en actividades comunitarias; casi 8% no tiene autonomía para decidir por quién votar. Esta cifra se eleva a 15.8% de mujeres que hablan una lengua indígena y piden permiso para decidir por quién votar.

“Retomando las palabras del Maestro Jaime Rivera Velázquez, “los mexicanos debemos celebrar como merece el aniversario del voto de las mujeres y, sobre todo, debemos esforzarnos para que su inclusión política se profundice sustancialmente. El derecho al voto debe estar ligado a las conquistas en políticas públicas que favorezcan la igualdad sustantiva en los ámbitos laboral, educativo, político, científico; pues, es a través del sufragio que las mujeres pueden influir para el establecimiento de políticas de inclusión, disminución de la violencia o recuperación de espacios imprescindibles para el ejercicio pleno de sus derechos.”

Por ello, añadió, es que reformas como la aprobada en el año 2014, en materia de paridad sobre las candidaturas a cargos públicos como una obligación constitucional, tuvo un impacto en las elecciones de 2018, cuando prácticamente se logró la integración paritaria en el Congreso de la Unión: las mujeres ocupan 49% de los escaños en la Cámara de Senadores, y 48% de las curules en la Cámara de Diputados”.

“Desde el 3 de julio de 1955 hasta la fecha, las mujeres nos hemos vuelto mucho más activas en los asuntos de la vida política de nuestro país, para muestra, tenemos que en el proceso electoral de 2017 a 2018 salieron a votar más mujeres que los hombres, de acuerdo al Estudio muestral sobre la participación ciudadana en las elecciones federales de 2018, hecho por la Comisión de Organización Electoral del Instituto Nacional Electoral, del 62.3% del electorado que acudió a las casillas electorales, la participación de las mujeres fue de un 66.2%, mientras que la de los hombres fue de un 58.1%, superando así por ocho puntos porcentuales a la participación masculina”.

“A final de cuentas, como dice la prestigiada historiadora Mary Beard en su libro Mujeres y poder, “si las mujeres no son reconocidas en las estructuras del poder, lo que necesitamos entonces es redefinir al poder, no a las mujeres”.

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