ROCHA Y ZAMORA: UNA MONEDA EN EL AIRE

Redacción

A estas alturas de la contienda electoral más polémica de los últimos años en Sinaloa, no cabe duda de que los primeros lugares y quienes se disputan la corona del poder ejecutivo estatal, son ocupados por dos candidatos tan opuestos el uno del otro, es decir, por Rubén Rocha Moya de la alianza MORENA-PAS y Mario Zamora Gastélum, quien juega por parte del PRI-PAN-PRD en la alianza «Va por Sinaloa» como contrapeso de la ola morenista.

Desde las tierras altas de Badiraguato el candidato Rocha Moya, ofrece a todos los ciudadanos del Estado la esperanza de un futuro que sea de la mano de una transformación morenista, aunque esta haya sido puesta en duda en cuanto a su realidad por el resto del país y parte de Sinaloa, durante los últimos 3 años al frente del gobierno federal como mayoría.

Aun así, el oriundo de Batequitas demuestra que su experiencia como un político de diferentes épocas puede sumarle de manera contundente para llevar acabo un proyecto gubernamental en el cual se haga llegar la atención de forma prioritaria a las necesidades ciudadanas con filtros a la corrupción, similar a los ofrecimientos hechos por el presidente de la republica Andrés Manuel López Obrador.

Por otra parte, Mario Zamora viene desde abajo en las encuestas y la aprobación de los ciudadanos en general, pero en sus recorridos por todo el Estado ha dado muestra de su compromiso electoral y político, sorprendiendo a los sinaloenses con propuestas que van acorde a los tiempos actuales, frescas y jóvenes, en curso, que de llevarse a cabo no solo beneficiarían con gran impacto en la actualidad, sino que se proyectan para cosechar grandes beneficios futuros, en torno a la economía, cultura, sociedad, y las herramientas necesarias para sostener un equilibrio social en todo el territorio de Sinaloa, de la mano de quienes trabajan en los sectores primarios como son la agricultura, la ganadería y la pesca, que son pilares de la entidad, dándole el estatuto como un punto de referencia global a través de consolidar su soberanía y su potencia.

Ya falta poco, solo días para que los sinaloenses se decanten por uno de estos abanderados, quienes, por sus propios medios y caminos tienen fuerza suficiente para disputarse la gubernatura el próximo 6 de junio, dejando en la cuerda floja de la indecisión a los votantes, quienes la tendrán difícil a la hora de elegir con conciencia y hacer de su voto una elección benéfica para Sinaloa, pues se juegan cosas de vital importancia para la entidad.

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