GERARDO VARGAS Y “EL YANKI” OSUNA; ANTES Y DESPUÉS

  • El destino y la política los separó y los volvió a unir

Xicoténcatl Barajas

Coincidieron en el proyecto político de Mario López Valdez MALOVA; el primero, Gerardo Vargas Landeros siendo el operador de todas las confianzas del ex gobernador de Sinaloa en vísperas de llegar al tercer piso; el segundo, un policía con trayectoria en las distintas corporaciones y también al mando de la seguridad en el Consejo Tutelar para Menores con su clave policial de “El Yanki”, pero con un gusto por la política en la que por el nombre de Marcos Osuna Moreno es más conocido, quien por cierto, es sobrino del ex rector de la UAS David “El Gordo” Moreno Lizárraga.

Este par, fue pieza clave en la campaña malovista, pues a Marcos Osuna quien había laborado en el gobierno estatal de Jesús Aguilar Padilla junto a la ex diputada y maestra universitaria Lupita Peñuelas, se le comisionó para que fuera el jefe de la seguridad del candidato que le ganó con mucho al empresario de la carne Jesús Vizcarra Calderón aquel 2010.

Ya como gobernador Mario López Valdez, ambos afianzaron una relación más allá de la amistad, pues conformaron un sólido equipo operando decisiones políticas para mantener la gobernabilidad en el Estado.

Osuna Moreno, fue nombrado delegado de la Dirección de Inspección y Normatividad (alcoholes) en la zona sur, encargo que desempeñó muy bien, además de regresar a su tierra natal, Mazatlán y, para ese entonces, le rendía cuentas al “jefe Gerardo”, como lo motejaba el extinto director de la Policía Ministerial, Jesús Antonio Aguilar Íñiguez “Chuy Toño”.

Transcurriendo el sexenio malovista y a punto de finalizar, Marcos Osuna bajó su perfil y no se supo más de él hasta después que se le vio colaborando de manera discreta en la campaña de Quirino Ordaz Coppel, ya que, el malovismo obligado por el presidente de México Enrique Peña Nieto lo respaldó sin reparar para que llegara a la gubernatura.

Ya conformado el gabinete quirinista, muchos se aliaron al mazatleco y se pusieron a las órdenes, siendo Marcos Osuna uno de ellos, por lo que se ganó la confianza de quien aún tose más fuerte en Sinaloa colocándolo en puestos con encargos muy delicados, como lo fue la subsecretaría General de Gobierno, desde la que manejó la política interna del Estado, teniendo la autorización y la capacidad hasta de inventar y hacer crecer figuras políticas de cara a las elecciones del 2018, de las cuales, muchas le deben sus trayectorias, siendo también diputado local por uno de los distritos de Ahome.

Y como todos saben, fue el destino y la política la que separó a Vargas Landeros y a Marcos Osuna, pero también los volvió a unir después de la elección del 6 de junio, pues ambos se conocen muy bien, y saben de qué pata cojean, por lo que mejor convinieron fumar la pipa de la paz y no practicar el dicho que profesaba con frecuencia el extinto gobernador cetemista y ex alcalde de Ahome, Alfonso Genaro Calderón Velarde: “en la política encontrarás amigos de a mentiras y enemigos de adeveras”.

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