AGUSTÍN BARAJAS ZAMBRANO; PERIODISMO ESCRITO CON TRAYECTORIA

  • Es un puente generacional entre pasado, presente y futuro

Colaboración/Manuel Aceves

Con 56  años de trayectoria periodística independiente y con 45 escribiendo  ¡Aquí Política con Tambora!, Agustín Barajas Zambrano se ha convertido en un referente del periodismo político, de análisis y opinión entre la sociedad sinaloense.

Sin título universitario, mas que el del periodista empírico hecho en la calle, cuando el periodismo no era considerado una profesión, sino un oficio, Barajas Zambrano fue escribiendo y atestiguando la historia política regional y, para fortuna, sigue aportándole mucho al pueblo con su valiosa pluma  y es para los colegas de la media-vieja guardia un puente generacional entre el pasado, presente y futuro.

El fundador de ¡Aquí Política con Tambora! llegó a Culiacán en 1963 procedente del pueblo Mágico de El Rosario, Sinaloa, cuyos hermosos paisajes sirvieron de inspiración para su emblemático libro “Aquel Rosario Nuestro”.

No en vano la vieja guardia del periodismo ya extinta lo apodó “El Payo”, en honor a su paisano Pablo de Villavicencio, otro amante de las letras, de la cultura y el arte.

¡¿Cómo no equipararlos?!

Ambos han deleitado a sus lectores en épocas distintas con estampas, personajes, anécdotas y realidades de mujeres y hombres que le dieron forma a Sinaloa con las políticas de sus tiempos, las cuales moldearon el Estado en el que hoy vivimos.

Gracias a él supe quién fue el famoso gatillero a sueldo Rodolfo Valdez “El Gitano” y  su gavilla “Los del monte”, conocidos por defender con fiereza a  latifundistas del sur de Sinaloa que se oponían  al proyecto de Reforma Agraria del presidente mexicano Lázaro Cárdenas, años en los que se perdieron vidas y haciendas.

También me comentó en sus amenas charlas, que las balas disparadas por los secuaces de “El Gitano” asesinaron al profesor Juan Manuel Millán Muñoz en el autovía en las inmediaciones de Labradas, Villa Unión, siendo presidente municipal de El Rosario y quien fuera tío del ex gobernador Juan Sigfrido Millán Lizárraga; además, los proyectiles del bandolero –contó-  dieron muerte al gobernador Rodolfo Tostado Loaiza en el salón Andaluz del Hotel Belmar en pleno carnaval de Mazatlán.

A don Agustín, sus amigos cercanos le decimos “Tilín” de cariño, sí, el mismo que en los años sesenta del siglo 20 dejó su amado barrio “la 22” de la cabecera municipal rosarense para escribir una trayectoria forjada por ilusiones de progreso sin saber lo que le esperaba.

Comenzó en el periodismo con su cuñado Ramón Martínez Montes, esposo de su hermana Alicia y dueño de la revista Más (Mejor Agricultura en Sinaloa) que circuló desde 1956 hasta 1989 y que fue especializada en el sector agrícola de Sonora y Sinaloa, cuando ambas entidades se erigieron como los graneros de México.

Martínez Montes, el también fundador y primer presidente de la Asociación de Periodistas de Sinaloa, le dio la oportunidad al joven Agustín de desarrollar su visión y olfato periodístico, el cual se fortaleció posteriormente al ser reportero de medios de información escrita  como “El Minutero” de Alfonso L. Paliza, “La Verdad” de Jorge Medina León y “La Voz de Sinaloa”, de don Gustavo. D. Cañedo, todos ellos fueron periodistas natos y dueños de sus publicaciones cuando no existían los magnates editoriales.

Su prosa sencilla pero gentil logró un lugar privilegiado en el gusto de los lectores, cuya exigencia le hizo crear ¡Aquí Política con Tambora!, revista que cumple  45 años de fundación y hoy por hoy, es un referente que nos recuerda su esfuerzo por hacer un periodismo de calidad, formal y, sobre todo, comprometido con la verdad y la sociedad. 

Hoy en día, portales de noticias fuera del marco legal, fanpages, canales de YouTube,  medios convergentes y conglomerados, electrónicos y demás, aparecen y desaparecen con facilidad en el mar de la información que se convierte en desinformación, además por los cambios de gobiernos, la pandemia y otros fenómenos sociales, pero su revista ha resistido estoicamente y eso es digno de reconocerse y aplaudirse.

¡No cabe duda!, que es el resultado de la perseverancia, pasión, vocación, esfuerzo y tenacidad, pero sobre todo, del compromiso, ya que, no es fácil seguir imprimiendo: la tinta cuesta, el papel también y ni se diga sostener la nómina de empleados, pagar impuestos y gastos operativos del quehacer que no cualquiera aguanta sin tener contratos de publicidad oficial.

A pesar de ello, ¡Aquí Política con Tambora! sale a la luz pública con periodicidad mensual en versión impresa y digital de forma continua, generando contenidos de calidad que se pueden distinguir por sus géneros periodísticos bien redactados.

Imagínese usted, ¿cuántos acontecimientos políticos han quedado plasmados en las páginas de tan leída revista y, cuánta gente ha tenido ejemplares entre sus manos durante casi medio siglo? ¿A cuántos políticos ha inquietado y a cuántos les ha servido como medio de consulta antes de tomar alguna decisión importante? ¿Cuántos líderes de opinión han puesto su dedo ensalivado para dar vuelta a sus páginas y disfrutar de sus contenidos? ¿Cuántas personas de a pie nos hemos entretenido con temas poco conocidos de los personajes públicos que no abordan los demás medios de comunicación? ¿Qué decir de las fabulosas caricaturas políticas que con sarcasmo y humorismo se dibujan e invocan carcajadas?

Es pues, la revista de cabecera, la compañera silenciosa en el “trono del Rey”, la que le pone sabor a las pláticas de café, la que no falta en los eventos masivos ni restaurantes convertidos en mentideros de la élite política, aunque últimamente se han vuelto escasos por la pandemia.

Con 4 mil ejemplares mes por mes, ¡Aquí Política con Tambora! es la revista amiga, la que va de pueblo en pueblo y que, a su vez, traspasa fronteras a través de la web y redes sociales sin quedarse anclada en el pasado, ya que, se adapta a las nuevas generaciones, pero sin perder la esencia porque no hay artículo que no sea revisado minuciosamente por   don Agustín o por su hijo Xicoténcatl.  

Conocí a los Barajas en el 2013, cuando daba mis pininos en el periodismo de campo, entre bromas los bauticé como los “mini Gestapo” por el abrevadero que tienen sobre la información política más certera del territorio estatal a través de conectas fidedignas, siendo con el paso del tiempo mi hemeroteca personal, sobre todo, don Agustín, quien siempre está presto para contar historias y anécdotas, por lo que nos volvimos muy amigos y los adopté como si fueran parte de mi familia.  Les agradezco y reconozco la contribución que han hecho a mi humilde acervo periodístico. 

LA NORMATIVIDAD Y LA COMPETENCIA DESLEAL

En la era de la tecnología, cualquier persona tiene el derecho y la posibilidad de emitir sus puntos de vista y de difundir informaciones que no siempre son veraces, en ese escenario, el periodismo de los Barajas, dígase el de don Agustín o el de su hijo Xicoténcatl ha cobrado más importancia. Ellos de manera responsable han asumido el compromiso con la verdad y la obligación de transmitirla y defenderla a través de la formalidad.

Les ha costado tiempo, dinero y esfuerzo, pero gracias a eso, ¡Aquí Política con Tambora! es uno de los pocos medios de información en Sinaloa que está legalmente constituido y cuenta con Reserva de Derechos al Uso Exclusivo del Instituto Nacional del Derecho de Autor 04-2018-110618191900-102, así como con Certificado de Licitud de Título y Contenido número 17216 otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación y está inscrita en el Padrón Nacional de Medios de la SEGOB, asimismo, tiene estudios de Circulación, Cobertura Geográfica y Perfil de Lector a cargo de la Agencia Certificadora y Gestora de Medios. 

Esa formalidad de la tan leída publicación permite medir la calidad ética de la actuación de los  periodistas en comento, por eso, los comunicadores que escriben en este medio informativo lo hacen con suma responsabilidad y estricto apego a las normas establecidas por las leyes mexicanas y en eso de dignificar el periodismo han sido pioneros e impulsores incansables, así como combativos de la competencia desleal que está fuera de control y de todo marco legal.

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