* Las corrompidas dirigencias están amafiadas con DAFI de Benito Pacheco
Xicoténcatl Barajas
El estira y afloja que tienen las secciones 27 y 53 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en Sinaloa, se vislumbra como una treta política del Comité Ejecutivo Nacional con el afán de desestabilizar la política pública de educación que está llevando a cabo el gobierno de Rubén Rocha Moya para detener la limpia que se está haciendo y, desde luego, seguir disfrutando los cotos de poder y privilegios que gozaron por años, por ello tratan desesperadamente hacerle “manita de cochi” al gobernador.
Los argumentos que esgrimen las corrompidas dirigencias magisteriales de ambas secciones en las que hay quienes se enquistaron para beneficiarse elección tras elección, carecen de certeza laboral y jurídica, por lo que se encuentran desesperados ante el inminente “amarre de manos” que tanto el Gobierno Federal como el del Estado están haciendo para extirpar el tumor cancerígeno que se extendió y que mucho daño le ha provocado a los profesores de aula y no a los de comisiones sindicales que se rehúsan a perder sus prebendas y suculentos beneficios.
Sin duda que el encontronazo es por la danza de los millones que se han amasado con los fideicomisos del SIAP, FIGLOS y de los correspondientes a la construcción de edificaciones con dinero de los mentores que fue utilizado sin la anuencia de ellos.
Esos recursos que también manotearon Benito Pacheco de DAFI, los ex dirigentes Crescenciano Espericueta, Salomé Rodríguez, Jaime Quiñones y Edén Inzunza son ahora la manzana de la discordia, por eso se resisten los involucrados a que se auditen arguyendo la autonomía de los sindicatos, cuando la Ley de Transparencia y Rendición de Cuentas es clara y señala que también los organismos gremiales por manejar recursos públicos tienen que apegarse a ella, ya que son sujetos obligados.
En esta organización sindical, al que solo le dejaron problemas y una pesada loza en la espalda es al actual dirigente Genaro Torrecillas, quien está “secuestrado” por los integrantes de la camarilla mafiosa que le impusieron en su planilla y que únicamente es usado para protestar y no para fortalecer la educación, sabiendo que no tienen la razón pero obedece al pie de la letra los dictados de Alfonso Cepeda Salas.
La sección 27 del SNTE, aun no pone en claro la supuesta enajenación del Centro de Convenciones de Mazatlán de la que se sabe que fue una transacción llena de argucias legaloides para beneficiar a la familia Toledo Ortiz, heredera del ex gobernador Antonio Toledo Corro.
De haberse concretado la estafa maestra- fue a través de una empresa denominada “Península Teacapán” operada por los mismos socios que tienen en concesión el estadio de beisbol “Teodoro Mariscal” en el bullanguero puerto.
El costo del Centro de Convecciones fue de 1, 000. 00 millones de pesos, misma cantidad en la que pudo haberse comercializado, pues su valor en 12 años aumentó por la plusvalía de la zona urbana en la que se ubica y lo redituable que ha sido en ese tiempo.
Del SNTE 53, es del dominio público que el motivo del pleito entre el jefe del ejecutivo estatal y su dirigencia obedece al desaseado manejo del patrimonio de los maestros, de sus instituciones y las finanzas, como ha sido el ISSSTESIN, el SIAP y la polémica renta del edificio de la USE que no se sabe a los bolsillos de quien o quienes va a parar.
