Jesús Ayala
Finalmente lo lograron, pulpos transportistas de Sinaloa doblegaron políticamente al ejecutivo estatal y consiguieron el aumento de la tarifa de transporte urbano, la cual subió un 1 peso de 3 que exigían inicialmente, pero como es usual las pretensiones no quedarán ahí y pasado cierto tiempo volverán a poner el tema sobre la mesa.
Con un precio de 11 pesos los camiones sin aire; los que si cuentan con dicho servicio y los camiones “Puro Sinaloa” en 12:50, estos últimos son una deuda dejado por el ex gobernador Quirino Ordaz Coppel, y así es como el precio oficial de aquí a que de nueva cuenta se encaprichen los permisionarios y concesionarios.
Es de conocimiento popular el pésimo y lamentable servicio que ofrecen en todo Sinaloa, unidades destartaladas, obsoletas, sin aire acondicionado, de mucha antigüedad, sucias, con contaminación auditiva y visual, fallas mecánicas que han provocado tragedias, inseguridad por acoso o asaltos, choferes que no tienen papeles en regla y hasta los denominados “garbanzos” manejando las unidades, son las imágenes que viven día a día los usuarios que con cada aumento se ven en aprietos, pues hay personas que invierten gran parte de sus ingresos en transportarse a sus actividades laborales.
¿Se subirían a experimentar esto para trasladarse diariamente a sus actividades el gobernador Rubén Rocha Moya y los diputados que viajan cómodamente en sus autos de último modelo y que aplaudieron dicho aumento?
Aunado a esto, los permisionarios, concesionaros y camioneros siguen insatisfechos con la tarifa estudiantil, siendo unos completos insensibles con los jóvenes estudiantes que hacen lo posible para poder tener mejores oportunidades, teniendo que soportar los tratos inhumanos de quienes ponen las manos sobre el volante, cuando en plena contingencia por el Covid-19 rogaban con los brazos en alto que regresaran las clases a la normalidad.
Es increíble cómo se presume a las ciudades más importantes del Estado sinaloense ser destinos turísticos, pero ¿se imaginarán los gobernantes que pensará un turista cuando aborda una de estas unidades?
El reclamo ciudadano no se hizo esperar, sobre todo por el calvario que representa para aquellos que con un salario paupérrimo no tienen otra forma de transporte, ante esto, se exige a la administración de Rubén Rocha Moya que ponga un ojo sensible, sensato y crítico al servicio de transporte urbano que se presta, si bien es entendible el alza de los combustibles aunado a la inflación global que se vive, también los sinaloenses piden que se mejoren las condiciones y que realmente se otorgue un servicio de calidad.
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