A.B.Z.
Con 60 años ejerciendo el periodismo independiente, el que no tiene patrones, el que se hace por cuenta propia con un sinfín de peripecias pero con la pasión y convicción de servir al pueblo y, con 47 años dirigiendo esta revista que usted lee y tiene en sus manos, la cual fundé en octubre de 1976 creí haberlo conocido todo en la vida pública, sin embargo, con 80 vueltas al sol cada día me sorprenden tantas cosas peores que se dan en la política y no alcanzo a entender lo moderno que resulta ser esta actividad que a mi juicio está como el periodismo, muy erosionada por sedicentes redentores y paladines de la sociedad que al igual que usted y yo amable lector estamos confundidos por tanta cochinada que ahora se hace e informa y que se ve, lo cual así será conforme pasen los meses y años, toda vez que los políticos contemporáneos y los partidos en los que se agrupan, únicamente velan por sus intereses, así lo dejan ver sin recato cuando hay deficiencias y carencias de soluciones a los distintos problemas sociales que se agravan, sean los gobiernos del color que guste, salvo honrosas excepciones. Y ahora que ya están en juego las candidaturas a nivel nacional y estatal, se pone de manifiesto el conocido dicho de que: “el arte de hacer política es tragar estiércol, masticarlo, digerirlo, expulsarlo y volvérselo a comer”, pues hay escenas que dan pena ajena, mujeres y hombres que solo viven de la política y que quieren volver a repetir, mismos que ya perdieron la dignidad hasta cambiando de partidos, quitándose camisetas y poniéndose ropajes que los hacen rayar en el cinismo y la ridiculez, pues al fin de cuentas en este país somos de memoria corta, por lo que abonan mucho al abstencionismo del voto…Y me despido con decir que: ¡La Libertad de Expresión es Nuestra Mejor Arma de Justicia Social!
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