- ¿Hasta cuándo la guerra entre el Gobierno y la UAS?
- Carla Corrales invade plaza política en Escuinapa
- Ramiro Garza; un político hecho y derecho que llegó tarde a dirigir el PRI en Culiacán
Xicoténcatl Barajas
Desgaste político para los dos bandos y, desde luego, confusión social, es lo que está generando la guerra entre el Gobierno estatal, el Congreso local, la Fiscalía General del Estado, el Poder Judicial y la Universidad Autónoma de Sinaloa, todo, por la aprobación de la Ley de Educación Superior del Estado, la cual los universitarios representados por su rector rechazaron al considerar que los diputados locales y el ejecutivo estatal excedieron sus facultades y pretendieron atentar contra la autonomía del alma mater. Y así, con el devenir de los meses, desde febrero hasta la fecha, se ha visto cómo los partícipes en ofensivas mediáticas, entre acusaciones y difamaciones mutuas han recurrido también a las instancias legales, siendo sus huestes las que empiezan a caldear los ánimos, propiciándose ya una división entre la sociedad sinaloense que, quiérase o no, se involucró en el tema, muchos a favor, otros en contra y algunos manteniéndose al margen para no salir “raspados”, sin embargo, no se puede omitir el acontecer de uno de los episodios de la política contemporánea que sin duda dejará huellas imborrables y muy visibles como parte de la historia, pues los implicados son figuras públicas que están midiendo fuerzas en esta lucha de poder que ya escaló a escenarios nacionales cuando hay medios de comunicación que están documentando con objetividad los hechos y otros con total parcialidad hacen suya esta reyerta y rivalidad que sigue y sigue subiendo de tono, por lo que se genera la pregunta obliga:¿hasta cuándo?…Dicen que dos agujas no se pican, y la característica que las hace singulares es la deslealtad política, ya que, tanto Carla Corrales, alcaldesa de Cosalá y Blanca Estela García Sánchez de Escuinapa, tienen la etiqueta de traidoras al Partido Sinaloense que les dio la oportunidad de crecer en estos menesteres. Sin embargo, al sentirse “tocadas por Dios” se olvidaron de valores elementales del ser humano como son: la gratitud y la lealtad y, ahora, entre ellas mismas existe una rivalidad política que las enemistó por tener las mismas ambiciones desmedidas de poder. Como es del dominio público, ambas féminas se acurrucaron hace meses en los brazos de MORENA, una vez que habían compartido proyectos políticos dentro del partido morado al que traicionaron. Ahora, los tentáculos de la presidenta municipal de Cosalá se vuelven a extender hasta Escuinapa disputándole la plaza política a la nefasta munícipe, Blanca Esthela García Sánchez, a quien le está revolviendo más el agua en la sucia comarca que mal gobierna. Para eso, la invasora alcaldesa del serrano municipio llegó acompañada de Manuel Guerrero “El Meni”, secretario de MORENA en Sinaloa, quien junto con un grupo de morenistas presentaron las aspiraciones políticas de David Toledo, un reconocido administrador y capataz de los horticultores hermanos Bedoya de la región del valle de Escuinapa, quien pretende gobernar el cono sur de la entidad. Quienes no conocen la historia política reciente de Blanca García habrán de preguntarse qué tiene que ver Carla Corrales en esa plaza política, y es que fue ella quien la acercó al Partido Sinaloense cuando abandonó las filas del PRI –que le dio todo en la vida- para irse al PAS, siendo la cosalteca su madrina política, empezando para ello una operación que culminó en el triunfo de la Presidencia Municipal…El empresario de las artes gráficas, profesionista y político sinaloense, es de los muy escasos militantes del Partido Revolucionario Institucional que en estos tiempos rige su vida política con elementales principios, lealtades y convicciones definidas. Garza Bayliss tiene una militancia de más de dos décadas en el tricolor practicando la ideología revolucionaria y, nunca en ese tiempo le hizo justicia la posrevolución con alguna candidatura ni con posiciones en la función pública de relevancia cuando fueron gobierno. Siempre “talachero”, ha sudado la camiseta y recorrido territorios en campañas políticas y le ha invertido recursos económicos, creatividad y talento a favor de candidatos que ganaron y que ni las gracias le dieron. A Ramiro Garza lo conocen en el PRI como un político hecho y derecho, al que por años las cúpulas y las negociaciones ventajosas le cancelaron sus aspiraciones políticas bajándolo con promesas incumplidas. Hoy, Garza dirige el Comité Directivo Municipal del PRI en Culiacán, tocándole tiempos difíciles como oposición y, aun así, es leal y se siente estoico, con bríos para tratar de reposicionar a su partido, ese que sigue perdiendo el rumbo en todo el país por sus malas decisiones e imposiciones.
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