Redacción
Los lideres nacionales de la coalición “Fuerza y Corazón por México” blindaron su futuro político y el de sus allegados con la repartición de las candidaturas plurinominales para el próximo periodo legislativo que iniciará de la mano del nuevo sexenio, el cual será presidido por primera vez en la historia de la nación, por una mujer.
Una arriesgada jugada a menos de 5 meses de la elección, pues, los pocos que aún tenían fe en un bloque opositor ciudadano terminaron por desengañarse tras ver que en los listados de los “pluris” están en primerísimo lugar políticos con un perfil sumamente criticado y dudosa calidad moral.
De tal manera que, se espera a nivel estado un desarrollo similar con la designación de candidaturas a través del voto en las urnas y por representación proporcional en las cámaras legislativas locales.
Como reses en el matadero muchos de los aspirantes serán enviados a una lucha que ya está perdida, mientras que, otros, salvaguardan lo poco que pueden para sí mismos a costa de una militancia en crisis y la credibilidad ciudadana.
No cabe duda que, quienes mejor campaña han hecho a favor de la candidata morenista Claudia Sheinbaum y sus huestes, son los que se autodenominan la oposición en México, pues, si bien hay figuras férreas contrarias al actual régimen, debajo de la mesa, muchas de ellas se dedican a la negociación y la entrega de la “plaza” para MORENA en las distintas entidades federativas.
Sin honor, ni principios, la política mexicana cada día se degenera para desgracia de los ciudadanos que buscan el bienestar y libertad ideológica en una sociedad democrática, pero cuyos representantes populares se olvidan de su quehacer esencial y anteponen la avaricia de poder y dinero en su agenda, convirtiendo el arte del servicio público en un negocio de unos cuantos.
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