EL INAH SE ADUEÑA DE LAS LABRADAS; IVÁN BÁEZ TRUENA EN CONTRA

* La zona arqueológica también es de los ejidatarios de la Chicayota; denuncian agandaye de la dependencia federal

Xicoténcatl Barajas

El presidente municipal de San Ignacio, Iván Ernesto Báez Martínez agarró “el toro por los cuernos” y respaldó a los ejidatarios de la Chicayota que se quejaron ante él por las despóticas actitudes y el  agandaye de los representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Sinaloa al pretender manejar la zona arqueológica “Las Labradas” como una propiedad privada a la que solamente pueden tener acceso tales y cuales personas, haciéndolos  a un lado cuando fueron ellos en asamblea ejidal los que dieron la concesión al gobierno federal para su preservación y cuidado.

En una reunión a la que fue invitado por los habitantes del poblado la Chicayota, el primer edil sanignacense escuchó de viva voz las quejas y peticiones de los artesanos, guías turísticos certificados, amas de casa, panaderos y vendedores de platillos regionales, quienes acusaron de manera directa al encargado del museo y del patrimonio cultural y turístico de esa zona de ser quien asume un papel que no le corresponde.

En su intervención, el Alcalde tronó en contra de los responsables advirtiéndoles que el INAH no se manda solo, que hay un Gobierno del Estado y uno municipal, a los mismos que se les tiene que respetar conforme a derecho.

“Aquí hay quien mande y nadie va estar sobre la ley municipal y mucho menos encima del Gobernador; la gente de la Chicayota no está sola, ellos votaron por mí y tienen quien los respalde”, dejó en claro el munícipe ante una comunidad que se está viendo afectada por intereses ajenos al proyecto cultural y turístico que fue legalmente constituido y del que forman parte como dueños.

El mandatario municipal fue enfático al decir que los ejidatarios no tienen por qué estar sometidos por alguna persona, “vamos a hacer una lucha en conjunto” –dijo- a quienes se les ha negado el acceso y la forma de ganarse la vida de manera honesta vendiendo sus artesanías y diversos productos a los visitantes de las playas y toda la zona arqueológica.

Al pegar el manotazo en la mesa por su gente, Iván Báez lamentó que el director del INAH en Sinaloa, Servando Rojo Quintero desdeñe a los lugareños y a los gobiernos locales, que son los que realmente han aportado su granito de arena para la conservación de ésta área protegida, ya que, con recursos propios del municipio y otros apoyos del Gobierno de Sinaloa que encabeza, Quirino Ordaz Coppel, se ha logrado rescatar este patrimonio cultural y turístico que es conocido mundialmente por la proyección que ambos le han dado.

Refirió que el INAH no pone nada, mucho menos rehabilita el camino de acceso, ni dota de los servicios básicos como el agua potable para los visitantes y que tampoco proporciona seguridad, pero sí cobra por la entrada y niega el acceso a los lugareños y de paso hasta permite que se hagan desmanes con banda y borracheras, lo cual está prohibido, por lo que a partir de ya, se aplicará la ley sin distingos ni tolerancia, trátese de quien se trate.

Dijo que el museo y las Labradas no se van abrir mientras no se sujeten a las leyes de Protección Civil y de la ley orgánica municipal, pues los del INAH ya están comunicando y promocionando con bombo y platillo la reapertura del sitito cuando no están cumpliendo con los protocolos de salud establecidos.

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